Programa ‘Todo es mentira’
El exvicepresidente le dedicó al presentador la canción ‘Oso Panda’ del grupo Lendakaris Muertos
Pablo Iglesias
abandonó la política hace casi un año tras su debacle en las
elecciones de la Comunidad de Madrid y ahora dedica gran parte de su tiempo a los medios de comunicación. El exvicepresidente del Gobierno utilizó el viernes su programa de radio para lanzar una grave acusación sobre el comunicador Risto Mejide. Le acusó de ir al trabajo bajo los efectos de las drogas.
A Iglesias no le gustó que en ‘Todo es mentira’, el programa de humor que dirige Risto, le llamasen ‘el emérito de Podemos’, por lo que aprovechó su espacio y su popularidad en redes sociales para dedicarle a Risto la canción ‘Oso panda’ del grupo Lendakaris Muertos. La letra es de sobra conocida: «Ojeras farloperas…». «Para ocultar esas ojeras, las de oso panda, hacen falta unas gafas de sol como las que llevas, Risto. ¡Tú sí que vales!», le dijo Iglesias mientras sus compañeros de programa se reían.
El presentador de Cuatro se enteró días después y acusó al expolítico de «cobarde» y «mentiroso», por haberle faltado al respeto a las espaldas. Y prometió contestación en ‘Todo es mentira’. La respuesta llegó ayer, y Risto se quedó a gusto. Mejide empezaba calmado: «Es curioso que diga esto de consumir droga, a mí que no me he metido una raya de coca en mi vida, además de haber tenido la triste experiencia de vivirla de cerca por un familiar y me ha dado siempre mucho miedo la droga. Pero, eso es un tema personal y si lo hubiera hecho, ¿qué? ¿Eso no es acaso una intromisión del emérito de Podemos en mi vida privada?».
Aunque pronto empezó a calentarse y fue repartiendo zascas, uno detrás de otro al ritmo del tema ‘Cocaine’ de Eric Clapton. «¿Prefieres que hablemos de tu vida privada en vez de hablar de los temas de los que hablamos aquí cada día? ¿Por qué vas a mi vida privada? ¿Pretendes encontrar algo tan mítico como ese mensaje que sí encontraron en la tuya: ‘La azotaría hasta que sangrase’?».
Risto no había hecho más que empezar: «Te voy a ahorrar la investigación. Aquí no tenemos funcionarios del Estado que nos hagan de niñera, ninguno de nosotros vivimos en un casoplón en Galapagar, a nosotros no nos financian dictaduras ni teocracias, mientras vamos dando clases de democracia a los demás. Lo que sí empezamos a dudar es que lo que lleves en esa matera sea mate, porque, ya sabes lo que dicen, ‘cree el ladrón que todos son de su condición’».
Y finalizó su intervención devolviéndole la acusación sobre la adicción a las drogas: «Así que, lanzo otra pregunta, Pablo. Si cuando no te gusta lo que te dicen, la única explicación que eres capaz de argumentar es que los demás somos unos drogadictos, ¿a qué le estás dando tú, Pablo? ¿Qué es lo que tú te metes?».