Si hubo un colombiano que marcó época en el mundo del fútbol en la década de los 90 se llama Francisco Pacho Maturana. El chocoano llevó a la selección de Colombia a un momento dorado y los mejores clubes de Europa se fijaban en él. Ya se sabía que había estado muy cerca de dirigir al Real Madrid, pero no con tantos detalles como los que reveló en diálogo con el programa Grueso Calibre, que se transmite por YouTube, publica diario Marca de España.
Recordó los primeros contactos: “En 1991, cuando tengo la posibilidad de firmar con el Real Madrid, el que da el visto bueno es Vicente del Bosque, que era entrenador de las inferiores. Él estuvo siguiendo al Valladolid (…) Avaló esa vinculación que lamentablemente no se dio después”.
“Yo lo he conversado muchas veces con Emilio (Butragueño), con Michel (Salgado), Sanchís, con Fernando Hierro y ellos me dicen a mí que yo fui entrenador del Real Madrid. Yo les digo que no. ‘Sí fuiste, tú firmaste un contrato y venías semanalmente a reunirte con el presidente del Madrid a armar el equipo, la plantilla, y eso lo sabíamos todos nosotros. Estábamos esperando tu llegada’”, reproduce el estratega.
Para él no había nada más vinculante que sentarse en el banquillo: “Yo siento que no, que simplemente firmé un documento. Es más, cuando firmamos, el señor Ramón Martínez y el abogado Samper fueron a Valladolid y me dicen: ‘Chico, ¿no te has dado cuenta lo que has hecho?’. Yo les digo: ‘Firmé un papel’. Me dicen: ‘No, llegaste al techo del fútbol y vamos a celebrar con un Dom Pérignon (champán)’”.
“Yo no tenía ni idea qué Don Pérignon, ahora sí sé. Al final, yo les dije que no. Que yo, que yo había firmado un papel y que cuando yo estuviera sentado ahí yo invitaba el famoso Dom Pérignon”, manifestó.
Maturana comenta que hubo algo que iba en contra de sus principios: “No me senté porque me plantearon una cosa que no iba con mi manera de sentir. Ellos me piden autorización, porque el Madrid venía en caída, para traer un entrenador. Ellos hablaban de un revulsivo, porque, si no, iba a encontrar un equipo en segunda. Yo les dije: ‘Esto no es problema. El equipo es de ustedes, hagan lo que tengan que hacer’. Entonces, con mi autorización, trajeron a un entrenador que estaba en el fútbol de Zaragoza”.
“Radomir Antic vino y de los 10 puntos que le faltaban hizo nueve. Ellos me decían que la situación estaba difícil porque Radomir había agarrado mucho cariño de parte de la gente, pero que viniera y yo iba a estar como mánager. Que cuando él perdiera un partido, yo entraba. Eso fue como un golpe al hígado para mí y les dije que no”, cuenta.
La postura del entrenador colombiano fue firme y la altura con la que manejó el tema sigue siendo apreciada 30 años después: “‘Pacho, tenemos un contrato’. No, no tienen nada. Que si indemnización; no, yo no puedo cobrar una cosa que no he trabajado. Desde ese momento hasta hoy, Francisco Maturana es una persona que en el Real Madrid tiene un nombre. Me invitan a un partido y yo llego al hotel, tengo mis dos boleticas y un carro que me lleva a donde yo quiera. Después voy a pedir la cuenta y me dicen que no debo nada, que eso lo paga el Madrid”, concluyó. (D)