Una de las preguntas más habituales en nuestro día a día con amigos y familiares cuando se tienen que compartir pagos es: “¿tienes Bizum?”. Un nombre que ya es muy familiar para casi todos porque lo usamos prácticamente a diario.
Bizum es una de esas apps que ha llegado para facilitarnos la vida, ya que nos permite enviar dinero de manera inmediata y directa a través del smartphone. Solo hay que ligar el número de teléfono a la aplicación, y listo.
Aunque hay personas reacias, cada vez son más los que se descargan Bizum, pues al final es un alivio que te puedan enviar dinero al instante (los que se hacen los remolones ya no tienen tanta escapatoria).
Por ello, cada vez está más normalizado y ya hasta se puede pagar en comercios y hostelería con Bizum. Algo que permite a estos matar dos pájaros de un tiro y pone en riesgo el negocio de los principales players de tarjetas de crédito.
Pagar con Bizum el pan
Como decíamos, ya hay comercios y establecimientos que te permiten pagar con Bizum. De hecho, la propia app tiene publicado un listado con los sitios en los que se puede hacer esto, en el que sobre todo hay pequeños comercios y tiendas.
Para estos supone una gran ventaja, porque pueden recibir el dinero de sus clientes al momento, sin depender de cuando VISA, Mastercard y demás les vaya a transferir su dinero. Es decir, que pueden tener más flujo de caja y monetizar su negocio más rápido. Porque cada vez son menos los que pagan con efectivo.
Esto también les implica un ahorro, porque evitan la comisión que tienen que pagar a estos intermediarios de pagos electrónicos. Por lo tanto hablamos de un sistema que beneficia mucho a las empresas. Y ojo, aviso a navegantes: si esto cada vez va a más, parte del negocio de las multinacionales del credit card se pone en riesgo. Pero ese es otro tema.
Esto permite a Bizum tener otro nicho importante de clientes, y detrás de Bizum están los bancos, que de esta forma pasan a tratar directamente con el cliente sin depender de los players americanos de tarjetas de crédito.
Así, con este servicio, Bizum puede empezar a cobrar, porque sabe de sobre que entre particulares no puede hacerlo si no quiere que la gente vuelva a las transacciones de toda la vida que no cuestan. Por eso, mata otro pájaro más, pues logra empezar a monetizar su negocio.
Pero no todo es perfecto en esta historia, porque Bizum implica cierta pérdida de privacidad. Para pagar con ella tienes que dar tu número de teléfono y conlleva un proceso algo más largo que el de sacar la tarjeta, pasar por el contactless y fin. Para muchos puede suponer una molestia que se quieran evitar, y es entendible.
En tal caso, Bizum ha llegado para quedarse y cada vez estamos más apegados a él. Puede que esto no solo suponga el final del dinero en efectivo, sino también el de plástico. Veremos…