El nombre de Sunme Yoon resulta familiar en la industria editorial por ser la traductora en español de La vegetariana (2007), la novela surcoreana más vendida este siglo en Occidente, luego de ganar el prestigioso Premio Man Booker Internacional 2016. El libro, de la escritora Han Kang, fue publicado en español, primero por la editorial independiente argentina Bajo la Luna y luego en España por el también sello independiente Rata.
Precisamente, Yoon aprendió español cuando, junto con sus padres, emigró de su país natal a los cinco años hacia Argentina, en donde estudió la carrera de Letras. Luego, se trasladó a España, para adelantar un doctorado en literatura medieval. En 1997, regresó a Corea de Sur, lugar donde reside en la actualidad y ejerce su oficio en el Instituto de Traducción Literaria de Corea. Aparte de trabajar gran parte de la obra de Han Kang, también figuran en sus traducciones literarias las novelas ‘Almendra’, de Won Pyung Sohn, y ‘La única en la Tierra’, de Chung Serang.
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A propósito de que su país es el invitado de honor en esta nueva edición de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo), con la que se festejan los 60 años de relaciones con Colombia, Yoon le contó a EL TIEMPO detalles de la rica tradición literaria de ese país.
De esta manera, los miles de visitantes que regresan a Corferias, en Bogotá, a disfrutar nuevamente de la gran fiesta anual de los libros, de manera presencial, luego de dos años de pandemia que obligaron a hacer la FILBo virtualmente, podrán sacarle mayor provecho al pabellón que acoge a Corea del Sur, con su interesante oferta literaria y sus autores invitados.
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Sunme Yoon, traductora de ‘La vegetariana’, novela ganadora Premio Man Booker Internacional 2016.
Cortesía de la autora
Denuncia y feminidad
Al hacer un repaso cronológico, Yoon explica que la literatura surcorena ha sufrido una evolución acorde con su acontecer político.
“Hasta los años noventa, en la época de la dictadura, se destacaba una literatura realista, de denuncia. Después, con la llegada de la democracia, se ampliaron los temas: la interioridad, la feminidad, la sexualidad, la vida cotidiana, la vida urbana, la ecología, la cultura popular de masas, el mundo digital y cibernético. También sobresalieron las mujeres escritoras y se afianzó el género fantástico”, comenta Yoon.
Sobre las costumbres lectoras de ese país, la traductora anota que curiosamente la poesía, tal vez por su carácter intimista e introspectivo, se convirtió en el principal refugio de los lectores durante la dictadura. “En cambio ahora”, dice, “la prosa, como la novela y los cuentos cortos, son los géneros que tienen más auge”.
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Y aunque el imaginario popular, en principio, podría llevar a pensar que las tradiciones literarias de Oriente resultan un poco lejanas o complejas para nosotros, Yoon apela a un ejemplo cercano, como el fenómeno de la serie de Netflix El juego del calamar, para explicar lo cercana que puede resultar. Pero, sobre todo, el valioso puente de unión que resulta la literatura para las culturas.
“Si bien en la literatura coreana siempre prevalecerá la crítica social, al diversificarse los temas se volvió más universal. Para hacerte una analogía, mira el fenómeno de El juego del calamar. Más allá de los juegos, la serie tiene un trasfondo social que preocupa a la sociedad coreana, pero con el que cualquiera se puede identificar en este mundo capitalista en que vivimos: la dificultad de tener una vivienda propia o la presión por alcanzar un estatus de vida que no puedes conseguir”, explica.
Yoon aprovecha para traer otro ejemplo, que también ilustra la reflexión que hacen hoy los nuevos escritores surcoreanos.
“Una autora que está muy de moda es Chung Serang, con su novela La única en la Tierra, escrita en el género fantástico. Serang cuenta la historia de amor de una chica de la Tierra con un ser de otro planeta, pero su trasfondo es ecológico. Este es un tema muy universal con el que nos podemos identificar todos; además de ser una visión crítica de la realidad de estos tiempos modernos”, dice la traductora.
Y al hablar de esta escritora, Yoon aprovecha para resaltar la fuerte presencia femenina en las letras coreanas actuales, a pesar de ser una sociedad con una marcada tradición machista. “Hay una novela, no la traduje yo, que fue un gran éxito en Corea, en Japón y en toda Asia. Te hablo de Kim Ji-young, nacida en 1982, de Cho Nam-Joo, publicada en español por Alfaguara. Además de lo femenino, ese libro nos muestra que también está muy de moda tocar el amor homosexual e invita a pensar sobre la identidad de género y todo lo relacionado a lo queer”, comenta.
Precisamente, sobre esta otra tendencia mundial de los movimientos igualitarios, que apoyan las causas de las minorías, la traductora la destaca como un rasgo más bien natural de la sociedad surcoreana.
“Es tolerante y permisiva. Creo que tiene que ver con una tradición confucionista. Es el país más confucionista de Asia; más que China, que es el lugar de origen de Confucio. El lado negativo es que relegó mucho el papel de las mujeres. Es una filosofía que privilegia el apellido, el linaje, de ahí que los hombres se convierten en los protagonistas. Al privilegiar el linaje, el amor principal es el del hijo hacia al padre; luego, el amor a los mayores, el amor al rey, quedando así relegado el amor hacia la mujer. Hasta hace poco los padres decidían con quién se casaban sus hijos: casarse por amor era rebelarse. De ahí que se aprecian otras relaciones como la amistad entre los hombres”, explica la literata.
![Squid Game](https://www.eltiempo.com/images/1x1.png)
Fenómenos como ‘El Juego del Calamar’ permiten acercar preocupaciones comunes de dos culturas diferentes.
Traducir otro universo
Sin duda, el idioma siempre será uno de los mayores obstáculos para que Occidente conozca más las tradiciones literarias orientales. De allí, como explica Yoon, que traducir una novela del coreano al español resulte un desafío similar al de traducir poesía entre diferentes idiomas. Se trata de un esfuerzo de creatividad e imaginación que obliga a convertir imágenes y conceptos, más allá de las palabras.
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“Son idiomas totalmente diferentes. El papel del traductor no se limita a traducir pasivamente, es necesario tener conocimiento de la sociedad, la cultura y la literatura. También cumplimos un papel de agentes literarios porque elegimos las obras, pedimos el subsidio para la traducción y a veces nos toca a nosotros buscar la editorial”, comenta la experta.
Y aprovecha para resaltar la gran movida editorial de Corea del Sur, al ser un país de grandes lectores, que daría para que los libros tuvieran una mayor influencia más allá de sus propias fronteras.
“Hoy los best sellers son escritos por mujeres, por cierto muy jóvenes. Hay varios canales para darse a conocer. Por ejemplo, casi todos los diarios principales tienen concursos de relatos para descubrir voces nóveles. Por lo general, los escritores van publicando poco a poco sus relatos en revistas, periódicos y después los reúnen en una antología”, comenta.
De allí que lamente la poca difusión que tiene esa tradición narrativa oriental. “Los libros traducidos son pocos y apenas en este siglo está traspasando las fronteras. Queda aún bastante por traducir, conocer y leer”.
La paradoja es que esta situación también ocurre en sentido contrario. Es más bien poco lo que llega de la tradición hispana a Corea del Sur. “Sí interesa la literatura en otros idiomas. Se traduce más del japonés y del inglés, del español al coreano menos. Los autores latinoamericanos más importantes, los que conocemos todos, están traducidos, pero los más recientes o modernos muy poco”.
Para ilustrar la sensibilidad femenina en la narrativa surcoreana, nada mejor que traer a colación ‘La vegetariana’, uno de los fenómenos recientes de la autora Han Kang.
Como dato curioso, cuando el libro ganó el Premio Man Booker Internacional 2016, el título llevó a una confusión extraña, y hasta simpática: muchos pensaron que se trataba de un “manual de dieta saludable”, como lo comentaron algunos diarios españoles. Y claro, la sorpresa fue mayúscula, cuando el libro traducido al español por Yoon se les comenzó a revelar a los lectores, desde las primeras páginas, “como un testimonio oscuro, que nada tiene que ver con odas a los nutrientes vegetales”, como lo anota eldirario.es de España.
La novela aborda la vida de Yeonghye, una mujer corriente que por la simple decisión de no volver a comer carne convierte una vida normal en una perturbadora pesadilla.
Narrada a tres voces, el libro “cuenta el desprendimiento progresivo de la condición humana de una mujer que ha decidido dejar de ser aquello que le obligan a ser. El lector, como un pariente más, asiste atónito a ese acto subversivo que fracturará la vida familiar de la protagonista y transformará todas sus relaciones cotidianas en un vórtice de violencia, vergüenza y deseo”.
“Cuando la leí me gustó. Ahora bien, la autora no concuerda conmigo cuando digo esto, pero es la verdad: en su momento, cuando se publicó la novela en Corea, no tuvo repercusión, no fue un best seller. Fue una obra que se adelantó a su tiempo por su temática: la violencia de género con tintes feministas”, comenta su traductora.
Sobre su estructura, Yoon resalta la creatividad. “Está contada con distintos narradores y distintas perspectivas. Esto le permite al lector sacar sus propias conclusiones. Cuando la traduje, en el 2011, no conocía personalmente a la autora. Al año siguiente, la autora visitó la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Su presentación fue a sala llena y se habían vendido más de mil ejemplares. Han Kang me expresó que se emocionó mucho porque los lectores del otro lado del mundo habían entendido más su novela que en su propio país. Yo cuando leí La vegetariana sabía que iba a gustar, lo que nunca imaginé fue que tendría tanto éxito”, concluye Yoon.
La presencia de Corea del Sur en la FILBo
Desde Corea del Sur está confirmada la llegada a Bogotá de una gran delegación, que incluye autores, ilustradores y científicos.
La delegación es encabezada por Ban Ki-moon, exsecretario de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Él conversará el 30 de abril, a las 4 p. m., en el Auditorio José Asunción Silva.
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Otros de los invitados: Eun Heekyung, autora de El regalo del ave; You-Jeong Jeong (El buen hijo); Kim Kyung-uk (La hora entre el perro y el lobo); Suzy Lee (La ola, mi taller de pintura); Kim Hyoeun (In the subway), Han Kang (La vegetariana), Jung Jinho (Look Up), la escritora Heo Soojung, Park Yeoncheol (Here Comes the Boogieman), el autor Lee Moon-jae, Suzy Lee (La ola, Mi taller de pintura). También viene Jeong Inkyong, escritora científica del Museo Nacional de Ciencia, y el ecologista Kang Hojeon.
DULCE MARÍA RAMOS*
ESPECIAL PARA EL TIEMPO
* Periodista literaria hispano-venezolana
@dulcemramosr