(CRHoy.com) En febrero del 2020, se dio a conocer la última Encuesta Colegial de Vigilancia nutricional y actividad física del Ministerio de Salud, esta se realizó en el 2018 y evidenció que más de un 30% de los adolescentes del país, están sobre el índice de masa corporal adecuado.
El Ministerio de Educación Pública tiene muchas iniciativas, para tratar el problema nutricional de los estudiantes, pero no tiene datos actuales para confirmar su efectividad, por lo cual desde entonces no se actualiza.
En el 2008, la población adolescente con obesidad y sobrepeso alcanzaba 21%, mientras en el 2016, el porcentaje sube al 34%, según estadísticas del Ministerio de Salud.
En el 2016, se realizó un trabajo interinstitucional para tener El Primer Censo Escolar de Peso y Talla en Costa Rica, donde se evidenció que el foco principal de atención en cuanto a problemas nutricionales debía ser la obesidad.
Ante esto en el 2017, el MEP lanzó dentro del Programa de Alimentación y Nutrición del Escolar y del Adolescente (PANEA), el Programa de Transformación Alimentaria y Nutricional, cuyo fin era fomentar alimentación saludable y completa, así como la educación, información y comunicación alimentaria.

(Imagen ilustrativa).
Como último punto del programa estaba el monitoreo del estado nutricional de los estudiantes, con el fin de asesorar a los centros sobre las posibles modificaciones en la propuestas de menú del MEP, implementado en conjunto con las Universidad de Costa Rica.
En este punto se empezaron a tomar medidas para darles a los niños una alimentación adecuada, por medio de la implementación de la de las sodas estudiantiles y los menús fijos para los estudiantes.
En el 2020, con la llegada de la pandemia debió suspenderse el servicio de soda estudiantil de centros públicos, para prevenir el contagio en estas instituciones, en este panorama, se inició con la entrega de paquetes escolares, con todos los grupos alimenticios.
“La alimentación es un tema que tiene varios factores, entre ellos las costumbres familiares, gustos y preferencias, así como el acceso y la disponibilidad de los alimentos”, según explicó Kattia Hidalgo, Nutricionista de la Dirección de Programas de Equidad.
Sin embargo también afirmó que no se cuentan con estadísticas relacionadas al estado nutricional de la población, ni a sus hábitos alimentarios, por eso no se puede indicar la posible afectación que ha tenido la población estudiantil en estos temas, después de la pandemia.
El MEP indica que estos censos le corresponden al Ministerio de Salud, el cual a su vez explica que no existen datos estadísticos a nivel país, de niños con sobrepeso y obesidad post-pandemia.

Comedor escolar. Imagen ilustrativa/MEP.
Después de la pandemia, la mayoría de los centros educativos han reabierto los servicios de comedor estudiantil, en estos se van aplicar los menús vigentes desde el 2018. A pesar de que el objetivo del programa era que el menú se fuera actualizando basado en los censos y las necesidades de los niños dentro de las instituciones.
A la vez el Ministerio de Salud explica que ayudan con la creación de Guías Alimentarias para los primeros mil días de vida, como medidas preventivas para los primeros 2 años de edad, las cuales se han estado trabajando en conjunto con el MEP. Estas guías definen las pautas para fomentar la alimentación saludable considerando los horarios y los tipos de alimentación.
“Con el MEP, continuamos trabajando de manera articulada la regulación de las sodas estudiantiles” explicó el Salud
A pesar de que las instituciones han realizado tomas de talla y peso de los niños, no se han realizado estudios similares al Censo Escolar de Peso y Talla, lo cual se traduce en una limitante a la hora de mejorar estos programas.