Al culminar este sábado en La Habana el proceso de Asambleas de Balance del Partido Comunista de Cuba a nivel provincial –orientado para el seguimiento a los acuerdos del 8vo. Congreso y transcurrido en todos los territorios del país desde el pasado 11 de marzo– se apreció claridad y apropiación de los conceptos, ideas y directrices, derivados del cónclave partidista efectuado en abril de 2021.
Así lo afirmó el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante las conclusiones generales realizadas, este sábado, en la Asamblea de Balance Provincial del Partido en La Habana, transcurrida en el Palacio de las Convenciones de la capital, con la presencia de 300 delegados representantes de la militancia partidista en el territorio.
En la reunión –también presidida por Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político del Partido y Secretario de Organización, por el Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Machado Ventura, Luis Antonio Torres Iríbar, Primer Secretario del Comité Provincial del Partido en La Habana, y otros miembros del Buró Político, del Secretariado y dirigentes del Gobierno– el Jefe de Estado caracterizó a la Asamblea efectuada en la capital por su debate crítico, honesto, combativo y comprometido.
Al hacer una valoración general del proceso a nivel nacional, el mandatario señaló el seguimiento que se le ha dado a la implementación de los acuerdos del Partido en todos los territorios.
«No hemos llegado a las Asambleas para empezar a implementar los acuerdos del Congreso. Por el contrario, después del 8vo. Congreso cada provincia trabajó con sus estrategias particulares para implementar los acuerdos; se le ha estado dando seguimiento y hoy aquí llegamos con un debate maduro donde se empiezan a estipular estas ideas, conceptos y directrices en hechos concretos», aclaró.
Destacó, como resultado apreciado en este proceso recién concluido, la presencia de una mejor composición en el color de la piel, sexo y edad de los Gobiernos municipales y provinciales del Partido, así como una adecuada reanudación de los cuadros, y el carácter público de los informes presentados en las provincias, lo cual permitió contar con el debate de la población.
«Fueron informes críticos, objetivos, realistas, con carácter de credibilidad, porque en ellos estaban los principales problemas que tiene que enfrentar nuestra población en su vida cotidiana y que tenemos que resolver desde el Partido», aseveró.
Asimismo, ponderó el amplio intercambio con la militancia y la población, a través del cual se abordaron los problemas que más afectan a la gente y al país, y el tratamiento de tópicos trascendentales como son el trabajo político-ideológico, la batalla ideológica, el funcionamiento del Partido, la economía, el trabajo en los barrios y las comunidades, y los jóvenes.
Resaltó que durante el proceso también se han involucrado en los análisis de las estructuras empresariales de los cargos administrativos a nivel de empresa, para fortalecer también la gestión y dirección de las mismas en nuestro país.
No obstante, –subrayó el mandatario– solo estamos en la arrancada, pues, el camino para hacer efectivos los acuerdos del 8vo. Congreso necesita de muchas precisiones y acciones que involucren, sobre todo, a una gran parte de la sociedad.
TRES ELEMENTOS QUE MARCARON LAS ASAMBLEAS PROVINCIALES DEL PARTIDO
«Hay que reconocer que este proceso se ha desarrollado en un contexto complejo. El mundo vive hoy un escenario de disputa simbólica de poder y guerra cultural y comunicacional que el imperialismo de los Estados Unidos ha venido pregonando desde hace años y que hoy agrede y deja indefensos a varias sociedades en el planeta», sentenció el Primer Secretario del Partido.
Al respecto, mencionó tres elementos fundamentales que describen la coyuntura cubana actual y que marcaron el desarrollo y los debates en las Asambleas Provinciales. El primero de ellos –dijo– es el recrudecimiento del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por el gobierno norteamericano hacia Cuba, y recrudecido brutalmente durante los últimos tiempos, a partir de la aplicación de las 243 medidas por la administración de Donald Trump y mantenidas por el gobierno de Biden.
Sobre esto, señaló el reto comunicacional de ponerle rostro al bloqueo. «Y los rostros del bloqueo en Cuba son las familias que, por el cerco, han tenido que padecer el fallecimiento de una persona porque no llegó, en el tiempo que necesitaba, un medicamento negado por el gobierno de Estados Unidos; porque en algún momento no pudieron recibir el servicio de ventilador pulmonar en una sala de terapia intensiva; o los esfuerzos que tuvimos que hacer para la creación de una vacuna soberana, que nos dio soberanía para enfrentar a la COVID-19, porque Estados Unidos no dio facilidades para que entraran vacunas para la población cubana», manifestó.
Como segundo elemento mencionó a la agresividad del imperio norteamericano hacia Cuba, manifestada en expresiones de guerra no convencional que han pretendido aplicar los códigos de la Revolución de Colores, con campañas basadas en la desinformación y la mentira.
Denunció el Jefe de Estado la campaña de intoxicación mediática que por estos días ha utilizado un tema sensible como la migración «con mucha hipocresía y doble rasero, cuando los que han promovido, desde los primeros años de la Revolución, la migración ilegal han sido precisamente los gobiernos de Estados Unidos».
De igual manera, agregó, se trata con distorsión los temas de la democracia y los derechos humanos, al abordar la situación de nuestro país.
El tercer elemento coyuntural ha sido la COVID-19, que impactó, llenó de incertidumbre al mundo y también tuvo consecuencias para nuestro país, sostuvo Díaz-Canel, al tiempo que recordó cómo se nos negó la posibilidad de llegar a vacunas, medicamentos, ventiladores pulmonares, insumos médicos, durante el peor momento de la pandemia en el país, mientras se lanzó la campaña difamatoria de SOS Cuba.
«Todos estos elementos, interrelacionados, vinculados y convergentes, nos han llevado a una difícil situación económico-social, donde prevalecen los desabastecimientos, fundamentalmente de medicamentos, alimentos, sumados a los problemas con el abasto de agua, la inflación, los altos precios, las interminables colas, el transporte, la inestabilidad en el servicio electroenergético nacional, todo lo cual ha provocado malestar en la población», reconoció el máximo dirigente del Partido.
Exhortó, al respecto, a enfrentar todos estos obstáculos con valentía, sabiduría e inteligencia en los momentos actuales.
Afirmó el mandatario que, tal como se reconoció en el 8vo. Congreso, el Partido Comunista de Cuba continuará en el reconocimiento y defensa de nuestras esencias, que son la independencia, la soberanía, la democracia socialista, la paz, la eficiencia económica, la seguridad y las conquistas de justicia social, que son nuestro socialismo.
A ello se suma la lucha por una prosperidad que abarque desde la alimentación hasta la recreación, y que incluya el desarrollo científico, el espiritual, el bienestar y que empodere el diseño de lo funcional, enfatizó Díaz-Canel Bermúdez.
¿QUÉ TIENE QUE HACER EL PARTIDO ANTE LOS RETOS ACTUALES?
Ante la situación actual –advirtió el Primer Secretario del Partido– existe un enorme riesgo de perfeccionamiento en nuestra sociedad, ante lo cual el Partido tiene que «mirarse por dentro, continuando la tradición de la crítica a su interior, y para eso tenemos también que desarrollar la más amplia participación popular en todos nuestros procesos y en la toma de decisiones».
Señaló que existen temas que nos urge abordar con profundidad y encontrar soluciones, como son la formación de valores, los cambios originados en nuestra sociedad, el crecimiento armónico que debe experimentar el sector no estatal de conjunto con el estatal, la penetración de las falacias de la subversión político ideológica del gobierno de Estados Unidos hacia Cuba, la garantía de la continuidad, y el papel real y efectivo de la militancia y organizaciones de bases ante estas situaciones y abordajes de los temas, entre otros.
«Se demanda, como ha pedido en otras ocasiones el General de Ejército Raúl Castro Ruz, de un análisis integral de cada uno de estos temas. Hay que asumir estos exigentes retos y lograr la trasformación; y para eso tenemos que superarnos constantemente, estudiar todos los días y analizar con profundidad los problemas», manifestó.
A reflexionar sobre un grupo de elementos que están enraizados en la práctica revolucionaria, en nuestra historia, y que si los abordamos con integralidad nos pueden conducir por buen camino, exhortó también el mandatario.
En primer lugar, manifestó, tener en cuenta la cultura de la nación en su más alta expresión y dimensión, o sea, nuestras esencias, raíces, historia, y demás elementos que conforman la nacionalidad cubana, «porque ahí están los fundamentos y las respuestas a nuestros problemas; nosotros tenemos una larga tradición de lucha y de pensamiento, donde confluyen, casi con exactitud, lo más avanzado del pensamiento político, científico e intelectual de la nación».
Si a todo lo que vayamos a hacer le buscamos una fundamentación en esa historia, en el legado martiano y fidelista, estaremos también asimilando con una mayor capacidad de análisis los retos que tenemos por delante, aseveró.
Asimismo, resaltó el importantísimo papel de los jóvenes para la unidad y continuidad en la construcción del socialismo. «A los jóvenes: hay que estar con ellos y darle la posibilidad y los espacios para que participen, creen, aporten, y crezcan en su formación», afirmó.
Al respecto, destacó la labor de los jóvenes en el enfrentamiento a la pandemia, con su presencia en zona roja, barrios vulnerables, y en otras tareas.
Otro elemento ponderado por el Jefe de Estado fue la necesidad de ser capaces, desde los análisis que se hagan, de encontrar las contradicciones en nuestra sociedad y las causas de esas contradicciones, «porque solo actuando sobre las causas es que podemos realmente resolverlas».
También convocó a otras acciones como el combate en las redes sociales, la profundización de la figura del coordinador político en los barrios, el apoyo de la comunicación social a todos los procesos para defender las ideas y llegar al consenso.
«Proyectarse hacia los contenidos y los argumentos, teniendo en cuenta la heterogeneidad de nuestra sociedad, que también nos marca diferentes sectores y públicos para los cuales los contenidos no pueden tener los mismos códigos y discursos, pero sí defendiendo la misma esencia», afirmó.
Igualmente enfatizó en la aplicación de la ciencia y la innovación como componente para el trabajo político-ideológico; en el desarrollo de estrategias territoriales a nivel local, fortaleciendo los sistemas productivos locales y el desarrollo desde la comunidad, el barrio y el municipio, hasta pasar por la provincia y llegar a la nación; el perfeccionamiento de espacios donde la población, los trabajadores y los jóvenes participen para dar criterios, criticar, proponer, convocar y crear consensos.
«Proponiendo, participando y defendiendo lo propuesto se hace control popular, y ese control popular tiene que pasar por la transparencia de las informaciones, por el ejercicio de la rendición de cuentas de todos los que dirigen en las estructuras del Partido, el Gobierno, y la Administración, y por la adecuada contraparte que sea exigente y no complaciente con esa rendición», subrayó.
Otro tema abordado por Díaz-Canel fue la labor del Partido en el crecimiento y el estado de la militancia, para lo cual propuso ampliarse como organización, de conjunto con la Unión de Jóvenes Comunistas, en todos los ámbitos y escenarios donde haya ciudadanos con suficientes valores para ingresar las filas de ambas agrupaciones.
Especial convocatoria realizó el Primer Secretario a brindar apoyo político al ejercicio legislativo intenso que se está realizando para que, en el menor tiempo posible, nuestra sociedad cuente con las leyes que amparen y respalden a la nueva Constitución aprobada.
En cuanto a la importancia del buen desempeño de los cuadros, manifestó que «en cualquier circunstancia, pero especialmente en las más difíciles y retadoras, nuestros cuadros deben sobresalir por su dedicación a la tarea, su afán de superación, su modestia y sensibilidad suficiente para ponerse en el lugar de los demás».
Respecto a la estrategia económico social, afirmó que para poder seguir avanzando en su implementación es preciso seguir manteniendo el control sobre la pandemia, que nos ha permitido abrir la frontera y comenzar a reanimar la vida económica y social del país.
«La estrategia tiene que ser un proceso de actualización constante, no puede ser una camisa de fuerza; hay que verla desde un enfoque dialéctico; tener en cuenta que todas las soluciones que le demos a los enfoques económicos tienen que ser soluciones socialistas, que nos permitan recuperar el equilibrio social, mantener la propiedad social; que vayan al análisis de la eficiencia, del ahorro, que no hablemos solo de oferta y demanda, sino de producción, que es la nos puede equilibrar la oferta y la demanda y sacar de la inflación y de los altos precios», aseveró el mandatario.
Acerca de los actores económicos, expresó que la matriz de estos tiene que avanzar de una manera estructurada y no fragmentada hacia el objetivo de la construcción socialista, en el cual tanto la empresa estatal como el sector cooperativo y el no estatal trabajen complementados, en función de los principales proyectos de desarrollo social.
Asimismo, exhortó a asumir un mercado con nuevos actores económicos, pero regulado por el Estado; a una planificación estratégica y financiera menos administrativa y burocrática, donde exista un necesario balance entre mecanismo políticos, económicos, ideológicos y administrativos, apostando por los necesarios encadenamientos productivos.
Enfatizó, a su vez, en la necesidad de promover, desde el Partido, una respuesta económica superior de todos los actores económicos, con más producción nacional; incentivar la inversión extranjera y de los cubanos residentes en el exterior; avanzar en políticas públicas para la atención a situaciones de vulnerabilidad, la eliminación de desigualdades, y las orientadas a la juventud y la niñez.
En esa estrategia económico-social, puntualizó Díaz-Canel, juega un papel fundamental la empresa estatal socialista. «El futuro de la construcción socialista del país requiere del éxito de la empresa estatal socialista, por la concepción ideológica que defiende y porque está encaminada a ser la principal en la satisfacción de las necesidades de nuestro pueblo», señaló.
Al respecto, defendió ideas como la necesidad de preparar a los jóvenes con desarrollo y posibilidades para dirigir la empresa estatal socialista; la urgencia de empresas con estructuras organizativas más eficientes; y la participación de los trabajadores en las decisiones de las empresas.
«Todo eso lo tenemos que apoyar con el fortalecimiento del Partido, el crecimiento de la vida interna y la vida externa del Partido en sus estructuras en el sistema empresarial», sentenció.