No importa quién cante la victoria, las próximas votaciones tendrán un claro ganador de la extrema derecha, muestran las encuestas recientes del Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP), la Fundación IPSOS-Jean Jaures, Le Monde, L’Obs-Mascaret y Harris Interactive.
Estas señalan un aumento constante en las intenciones de voto hacia Le Pen, del partido Reagrupamiento Nacional, lo que la llevaría a ser la segunda después de Macron en la primera vuelta y su rival en la segunda vuelta, el 24 de abril.
La encuesta de L’Obs-Mascaret, publicada este jueves, señala un fuerte aumento en la participación de votos para Le Pen, con 24% en primera vuelta y 45% en la segunda, a pesar de que Macron lidera la carrera con el 28% de las intenciones de voto en la primera y el 55% de los votos en la segunda, en la cual ganaría.
“Pero la tendencia es muy favorable para Le Pen, que ha subido 3 puntos desde el mes pasado y ahora está 11 puntos por encima de su nivel en la segunda ronda de 2017”, afirmó el informe de la encuesta.
El aumento se debe particularmente a que Macron ha “molestado a la mayoría de los franceses” con sus políticas sobre la COVID-19, las pensiones, la inflación y la economía, por lo que muchos votantes quieren evitar su reelección, según el informe.
Según la encuesta de OpinionWay y Kea Partners para el diario Les Echos y Radio Classique publicada el mismo día, Macron le ganaría a Le Pen en la segunda vuelta con 53% frente a 47%.
La encuesta, realizada del 4 al 7 de abril con una muestra de 2.043 personas, muestra que la intención de voto de Macron en la primera vuelta ha bajado al 26% frente al 28% de hace una semana, mientras que Le Pen ha llegado a un 22% frente al 20% la semana pasada.
El apoyo del candidato de izquierda del partido La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, también aumentó del 15% la semana pasada al 17%.
“Marine Le Pen es la candidata que obtuvo más puntos durante la semana pasada, según el 30% de los franceses”, señala el informe.
A los franceses les preocupa la economía y el poder adquisitivo.
En las últimas semanas de campaña electoral, Le Pen ha hecho énfasis en la inflación, que se ha disparado con el aumento vertiginoso de los precios del combustible, la gasolina y los alimentos. Prometió abolir el impuesto al valor agregado (IVA) sobre 100 artículos de primera necesidad si es elegida, con el fin de aliviar la carga económica del ciudadano del común.
“Esta inflación no es consecuencia de la guerra en Ucrania. Es el resultado de una mala política económica”, aseguró a BFMTV el 4 de abril, al criticar al Gobierno de Macron.
El poder adquisitivo se ha convertido en la mayor preocupación de los votantes franceses en esta elección, tras el inicio de la guerra en Ucrania y la pandemia de COVID-19. Un estudio de OpinionWay para Bonial publicado esta semana señala que el 48% de los franceses está preocupado por su poder adquisitivo, el 36% no puede llegar a fin de mes y el 37% dice que no puede vivir decentemente, según un informe de noticias de BFMTV.
Sin embargo, la creciente popularidad de Le Pen no es nueva. La primera encuesta realizada por IPSOS-Sopra Steria junto con el Centro de Investigaciones Políticas Sciences Po (Cevipof) en abril de 2021 mostró a la candidata a la cabeza, con un 26% de apoyo, seguida por Macron con un 25% y Mélenchon con un 8%. La encuesta incluía una muestra de 16.000 franceses que serían entrevistados 12 veces durante un período de 15 meses.
Si bien esta campaña electoral ha estado dominada por la guerra en Ucrania y sus consecuencias en materia de seguridad, energía y defensa, el poder adquisitivo y la inflación se perfilan como los principales temas que determinarán la elección de los franceses en la primera vuelta.
El sistema de salud, el medioambiente, la inmigración, las pensiones y la guerra en Ucrania son otros temas a los que los ciudadanos dan importancia, según las encuestas. El terrorismo y la pandemia de COVID-19, que fueron los principales temas de preocupación hace unos años, se encuentra en la parte baja de la lista de prioridades.
Confianza en Macron con respecto a la guerra de Ucrania
La intención de voto en asuntos de inmigración es más alta para el candidato de derecha rival de Le Pen, Erick Zemmour, con un 73%, mientras que solo un 11% votaría por Macron. El porcentaje de votos fue inverso en el tema de la guerra en Ucrania, con un 40% que dijo confiar en Macron para manejar la crisis geopolítica con Rusia, un 17% para Le Pen y un 12% para Zemmour.
Cuando se realizó la encuesta IPSOS-Sopra Steria en marzo, días después de que Rusia iniciara la guerra, este fue el tema más importante de las campañas presidenciales. El asunto disparó el apoyo para Macron, quien registró un 30,5% de intención de voto en la primera vuelta, muy por delante de Le Pen, con 14,5%.
En su programa electoral, la líder del partido Reagrupamiento Nacional propuso una alianza de seguridad con Rusia, se abstuvo de responsabilizar al presidente ruso, Vladimir Putin, por crímenes de guerra en Ucrania y dijo no estar interesada en imponer sanciones a la importación de petróleo y gas rusos.
En la última encuesta publicada el 5 de abril, Macron tenía una tasa de intención de voto del 26,5%, seguido de Le Pen con el 21,5%, Melenchon con el 16% y Zemmour con el 10%.
¿Victoria para Le Pen?
Muchos votantes de derecha creen que ha llegado el momento de Le Pen, candidata presidencial por tercera vez. Ella misma ha proclamado que Francia está lista para la primera mujer presidenta y cerca de uno de cada cinco franceses cree que ganará las elecciones, según un informe del 4 de abril de Harris Interactive, que señala el “optimismo renovado con respecto a Le Pen”. En comparación, seis de cada 10 franceses, el 56%, consideran que Macron será reelegido para un segundo mandato.
El informe encontró además que más de cuatro de cada 10 franceses, un 47%, ven a Le Pen como una líder creíble para garantizar el poder adquisitivo, frente a Macron, que recibió el 42% de los votos de confianza.
El reporte concluye que en la última semana antes de las elecciones, la credibilidad de Macron se ha erosionado drásticamente y los votantes no confían en él en la política exterior, la política europea, la gestión de la crisis sanitaria, la reforma de las pensiones, la política económica o la política juvenil.
Durante su mandato de cinco años, Macron se ha enfrentado a un inmenso rechazo, con protestas generalizadas de los chalecos amarillos en 2017 por la situación económica y los impuestos; de los antivacunas COVID-19 en 2021 contra la inoculación y las restricciones sanitarias; de los sindicatos de trabajadores y comerciantes, ONG, activistas cívicos y ecologistas contra algunas políticas que les afectaban.
Una encuesta realizada por Atlas Intelligence, con sede en Sao Paulo, con una muestra de 1.946 encuestados realizada entre el 4 y el 6 de abril y publicada este jueves, concluye que los votantes a favor de Le Pen ganarían con un estrecho margen (50,5 %) sobre Macron (49,5 %) si ambos se enfrentan en segunda vuelta. En la primera, ella iría detrás con un 21,3%, frente a un 27,8% de Macron.
Durante las elecciones regionales del año pasado, que se consideraron un presagio de los comicios presidenciales de 2022 y una competencia reñida entre los partidos La Republica En Marcha, de Macron, y Reagrupamiento Nacional, de Le Pen, los expertos en sondeos previeron una aplastante victoria para el último. Sin embargo, ninguno de los partidos ganó ni un solo puesto.
Las encuestas de opinión son un mero indicativo del estado decisivo de los votantes y es posible que no se traduzcan en votos reales. Todavía existe una gran incertidumbre y los factores de abstención y votantes indecisos serán los determinantes clave de los comicios.
Los registros de sondeos pasados durante las elecciones presidenciales indican que los franceses podrían castigar a Macron en la primera vuelta con el clásico “voto de protesta” para mostrar su decepción, al votar a favor de la mayor representante de la extrema derecha en Francia.
Sin embargo, si Le Pen compite en la segunda vuelta, existe una gran posibilidad de que los votantes de centro, izquierda e incluso indecisos salgan en masa a usar su derecho democrático para evitar su victoria. De no ser así, Francia se prepararía para un nuevo capítulo político aún más hacia la derecha.
*Aicha Sandoval Alaguna tradujo esta nota.
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