Es más que posible que sea inevitable toparte con personas tóxicas a lo largo de tu vida. Pero lo que sí puedes evitar es quedarte cerca de ellas más tiempo del imprescindible, a fin de que no te roben la energía ni traten de manipularte. Para ello, lo importante es reconocerlas, identificarlas cuanto antes, para actuar en consecuencia.
Puedes topar con una de estas personas en el trabajo, en el vecindario, en el gimnasio o en cualquier parte y suelen ser agotadoras y trasladarte la sensación de que te roban el tiempo y la energía. Estas son 10 señales que pueden ayudarte a identificar a una persona potencialmente tóxica.
Atraen el drama
A estas personas les encanta regodearse en el drama y todo lo malo les pasa a ellos. Suelen quejarse de la mala suerte que tienen, quizá porque necesitan atraer la atención de quienes les rodean y esta les parece una buena forma de hacerlo. Por eso suelen regodearse en las experiencias negativas.
Amigos del victimismo
Nunca jamás son culpables de nada. Todo lo malo que les sucede es siempre por culpa de los demás. Pase lo que pase, la culpa siempre la tiene otro que, en el peor de los casos, puedes ser incluso tú mismo. Eso sí, te lo dirán con suavidad, posiblemente utilizando un tono condescendiente, para intentar que te sientas mal.
Si les das pie, no te soltarán
Prestarles demasiada atención es muy peligroso porque, entonces, no te soltarán. Tratarán de llamar tu atención con sus ‘desgracias’ y su victimismo. Te contarán todo con detalle. Suelen ser agotadores, porque siempre vendrán con el problema y nunca con la solución.
Liantes y enredadores
A las personas tóxicas les encantan los ‘dimes y diretes’. Tienden a liar las situaciones en lugar de aclararlas, pero sin despeinarse. Siempre actuarán como si nunca hubieran roto un plato. Son liantes, enredadores y disfrutan manipulando.
Encantadores… de serpientes
Cuando necesitan algo de una persona o esta les es útil para cualquiera de sus fines, son personas encantadoras, amigas del halago fácil. No te dejes engañar por las apariencias, porque tratarán de engatusarte. Para detectar este tipo de comportamiento, puedes observar cómo estas personas tratan a los demás, sobre todo a las personas que no les interesan.
Escurridizos y evasivos
Les cuesta poco evadir la respuesta a una pregunta incómoda y no suelen tener reparos en mentir o en retorcer la verdad para confundir y encubrir sus fallos. Pueden dar la vuelta a una situación con suma facilidad, porque son expertos manipuladores. Saben cambiar de tema con una facilidad sorprendente.
Nadie está a su altura
Son incapaces de cultivar la empatía y nadie está nunca a su altura y siempre tendrán algo malo que contarte sobre todo el mundo, menos de ti, claro. Probablemente, hasta que te des la vuelta. Sospecha de quienes critican todo y a todos.
Siempre tienen razón
No suelen equivocarse nunca. Tienes una enorme necesidad de tener siempre la razón y, sobre todo, de que tú se la des. Discutirán sobre cualquier tema hasta que les des la razón, aunque sea por agotamiento. Puede que te preguntes ¿No se cansan? No, porque se alimentan de eso.
Egoístas y egocéntricos
Lo que más les gusta pensar es en sí mismos. No les importa pedir favores siempre que lo necesitan, aunque ellos sean incapaces de ayudarte y nunca tienen en consideración las necesidades de los demás. Están convencidos de que el mundo gira en torno a ellos, suelen ser narcisistas.
Buscan la confrontación
Son peleones por naturaleza y a menudo buscan o producen ellos los conflictos, porque es un área donde se mueven como pez en el agua.
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Identificar a una persona tóxica es el primer paso para intentar evadirla. Lo mejor es evitarlos o minimizar el contacto con ellos, pero no siempre es posible. No te dejes engañar por las apariencias e intenta protegerte. Para ello, se amable pero mantente firme, no te dejes embaucar, no bajes a su nivel, no les des demasiado espacio ni compartas confidencias con ellos y pasa cerca de ellas tan poco tiempo como puedas. No podrás evitar encontrártelas, ni hacer que cambien, pero sí gestionar la manera en la que su comportamiento te afecte.