La red de Solana tuvo un crecimiento exponencial en los últimos años, y aunque si bien estuvo a la vanguardia, su fundación tomó la decisión de reducir sus emisiones de CO2, como lo anunció en sus redes sociales.
La ecológica y la lucha contra el cambio climático son dos de los temas más importantes del momento. Como suele suceder, estos temas han entrado en los grandes sectores del mundo, entre ellos en las criptomonedas y su tecnología.
Las criptomonedas, principalmente por la mala fama que tiene Bitcoin (BTC), han sido criticadas por su alto consumo energético y su contaminación. Esto ha abierto un debate y ha comenzado una carrera entre proyectos para ver quién logra ser el que menos contamine dentro del mundo cripto.
Esto ha hecho que muchos empiecen a cambiar el protocolo de su red de Proof of Work (PoW) a Proof of Stake (PoS), un protocolo que requiere de menos energía y genera mucho menos contaminación.
Uno de estos proyectos que está trabajando con el PoS es Solana. Este ha tenido un crecimiento importante en los últimos años y se encuentra en la vanguardia en el uso de este protocolo. Ahora ha anunciado que, según un reporte de la fundación que dirige el proyecto, sus emisiones de CO2 se han reducido en los últimos meses aún cuando la actividad en la red ha aumentado.
Así lo anunciaros a través de su cuenta en Twitter en donde publicaron un reporte realizado por Robert Murphy, un experto en el tema energético y en las criptos, que ya había trabajado en el 2021 con la Fundación Solana en un reporte sobre el consumo en ese momento de la red.
Ahora en este trabajo hecho en marzo de este año, Murphy resaltó tres grandes puntos que están ocurriendo dentro de la red de Solana. El primero es un aumento de las emisiones en este 2022, el segundo es una mejora en la utilización de energía limpia y el tercero es una mejora en la eficiencia de la red.
Estos tres puntos dan a entender que, gracias a las últimas actualizaciones, la red de Solana está mejorando en cuanto a su actividad y fortaleza, algo que esperanza a los desarrolladores de la fundación.
La huella de carbón es similar a un pequeño vecindario
Lo primero que hay que revisar es la actividad dentro de la red y el número de validadores. En el informe se explica que la actividad dentro de la red de Solana ha aumentado considerablemente gracias al aumento de validadores que hay dentro de ella. En diciembre de 2021 habían 1479 validadores, este número aumentó en marzo del 2022 a 1762, un número importante.
Y es que, tal y como la fundación resalta, Solana es una red que se basa en las transacciones. Al estar alojadas en ella varios proyectos y mercados de NFT, y que en ella se realizan transacciones de activos, se genera la necesidad de tener una red de validadores solida que esté creciendo continuamente.
Esto también genera un aumento del consumo eléctrico, pero esté no ha generado un aumento en la contaminación. De hecho, Murphy explica que la contaminación que genera la red es similar a la que genera un pequeño vecindario. Un ejemplo de esto lo encontramos en que la intensidad del carbón por kWh cayó de 201 g en diciembre del 2021 a 198 g para marzo de este año.
“Según el análisis más reciente de la red de validación, el promedio ponderado actual de Solana para la intensidad de carbono de la electricidad es de 198 g CO2/kWh, menos de la mitad del promedio mundial”.
Volviendo al tema del vecindario, Murphy explica que toda la red de Solana tiene un impacto mínimo en el clima gracias a que su tecnología está hecha para que así suceda.
“La huella de carbono emitida actualmente por la red global de Solana se estima que es de 2.976 toneladas de CO2 por año. Esto equivale a, aproximadamente, las mismas emisiones que generan un total de 1178 hogares promedio estadounidenses y, como se indica a continuación, se reducirá aún más una vez que se recopilen e incluyan todas las reducciones de intensidad de carbono específicas del centro de datos”.
Por último, hay que resaltar que este es el inicio de una serie de informes con los que la Fundación Solana quiere seguir trabajando para luchar contra el cambio climático mientras generan una red sólida, estable y segura.
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