La alimentación vegetariana es relacionada a menudo con algunos trastornos de la conducta alimentaria (TCA’s), principalmente con dos de ellos: la ortorexia y la anorexia nerviosa.
La ortorexia es una obsesión patológica por la comida sana y el rechazo a la que se cree que no lo es, y la anorexia nerviosa se caracteriza por el miedo intenso a aumentar de peso, la obsesión con la delgadez extrema y la percepción distorsionada del propio cuerpo.
Alimentación vegetariana en los trastornos de la conducta alimentaria
Se oye a menudo, siempre por parte de gente poco informada y cargada de prejuicios, la sentencia de que las personas vegetarianas padecen un TCA. Esta afirmación es totalmente absurda y cae por su propio peso a poco que tengamos una neurona de guardia y un somero conocimiento de la epidemiología reciente.
Eso no quiere decir que no haya vegetarianos con TCA’s, claro que los hay, igual que hay vegetarianos con cualquier otro trastorno. Y también es cierto que a veces se confunde el (mal) uso que una persona con TCA pueda hacer de determinado patrón dietético, con la adecuidad o no del patrón dietético en sí.
Me explico, hay que hacer una distinción muy importante al tratar este tema, y distinguir entre dos grandes grupos:
Cuando el trastorno es anterior
Cuando la alimentación vegetariana o vegana se adopta después de que el TCA se haya instaurado puede ser que se esté usando simplemente como excusa para no consumir determinados alimentos o para tener una razón que esgrimir a la hora de rechazar determinadas comidas o no asistir a determinados eventos que impliquen una ingesta. Y en algunos casos también por la creencia de que se trata de una comida más sana o menos calórica per se.
Eso explica porque hay un porcentaje algo mayor de vegetarianos entre las personas con TCA, pero que no son realmente vegetarianas, solo quieren poder esquivar alimentos y/o momentos relacionados con la comida. Es habitual además que se vayan a las facciones más extremas de estas dietas, como el crudiveganismo o el frugivorismo y que además viren hacía ello de manera rápida.
Cuando el trastorno es posterior
Puede darse el caso de que una persona vegetariana desde hace años, o desde siempre como es habitual en familias hindús o budistas, padezca un TCA. En ese caso en principio se trata de su patrón dietético normal y las tergiversaciones que pueda hacer del mismo durante las fases de la enfermedad se tratarán igual que las que hacen los pacientes con dieta tradicional con su patrón dietético correspondiente.
Es decir, el tratamiento debe ir enfocado a instaurar una dieta vegetariana saludable, no a cambiar el patrón cultural de esa persona o a no respetar un estilo de vida que eligió de forma consciente y voluntaria.
Todas las fuentes actualizadas coinciden en que, cuando una persona con TCA es vegetariana por motivos culturales, religiosos o éticos, desde antes de que la enfermedad hiciera presencia, sería totalmente contraproducente tratarla sin respetar su dieta.
Del mismo modo que no obligaríamos a una persona musulmana a consumir lomo de cerdo, o una persona de Burgos a tomar saltamontes fritos. La primera por respeto a sus creencias religiosas y la segunda por adaptarnos a su patrón alimentario cultural.
Es cierto que en algunos casos puede ser difícil de saber si el vegetarianismo es o no previo al TCA, para ello una correcta evaluación por parte del equipo multidisciplinar que trate a la persona será imprescindible. En otros casos está muy claro, como por ejemplo en personas nacidas en familias vegetarianas que lo han sido desde pequeñas.
¿Cuál es la relación causa-efecto?
En realidad, parece que hay mas desórdenes alimentarios entre semi-vegetarianos, que ente vegetarianos y veganos “reales”, según un estudio de 2012 publicado en la revista Appetite. Esto se relaciona con las actitudes comentadas más arriba, para esquivar alimentos.
Y también se señala la dificultad, en el caso de la ortorexia, de saber cual es la relación causa-efecto, si la hay, entre el veganismo y el desorden alimentario. Tal y como podemos leer en el estudio, algunos investigadores creen que las personas veganas son más proclives a padecer ortorexia, mientras que otros creen que el veganismo se usa por parte de estos pacientes para enmascarar el trastorno dándoles coartada para rechazar numerosas comidas.
De hecho, un estudio de abril de este mismo año que compara la actitud hacia la comida de vegetarianos y no-vegetarianos con ortorexia, concluye que al parecer es la ética lo que motiva el camino hacia el vegetarianismo y que en general no se asocia la elección de esta dieta con el comportamiento obsesivo que caracteriza el trastorno.
También es habitual que personas que hayan sufrido un TCA se hagan vegetarianas posteriormente, estando recuperadas. A menudo la investigación sobre alimentación y salud que es habitual que realicen estas personas, hace más probable que sean permeables a cuestiones relacionadas con la dieta y las razones para hacerse vegetariano son poderosas, a poco que te pares a escuchar.
En principio, no debería haber problema en adaptar el tratamiento de un TCA a una alimentación vegetariana en su parte dietética, a menudo no se hace por desconocimiento del manejo de este patrón dietético por parte de los profesionales. Recordemos que aún hay unidades de TCA que no cuentan con dietistas-nutricionistas.
En otros países está más normalizado y se indica explícitamente que se respeta la opción vegetariana, como en este trabajo chileno de 2012, que en la parte referente al manejo intrahospitalario de pacientes con anorexia dice:
Terapia nutricional: (…) En general se respetan las comidas de los vegetarianos y no se permiten productos dietéticos.
Y ante la duda de que alguien de vuestro entorno pueda estar padeciendo un TCA, buscad siempre ayuda profesional.