En el 2019, Laura Guadalupe Guajardo Villarreal asistió a la Feria Aeroespacial México -que se inauguró en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles- y ahí supo que la NASA lanza una convocatoria para estudiantes universitarios de carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés) para participar en un programa aeroespacial.
Laura Guajardo trabajó un proyecto que tituló “Los sistemas de propulsión sostenibles en la industria aeroespacial”, material que subió a la plataforma que la NASA tiene para que los interesados se registren.
Desde entonces, aplicar a esta convocatoria se volvió un objetivo para la joven que reside en el municipio de Salinas Victoria. Es estudiante del séptimo semestre de Ingeniería Aeronáutica en la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME) y tiene 21 años.
“Gente de la Agencia Espacial de México nos explica los detalles de esta invitación de la NASA y entre los requisitos solicitan que presentemos un proyecto en el que nosotros solucionemos una problemática actual en la industria aeroespacial.
“Para ese año no tenía nada preparado, así que desde ese momento, hasta este año, es que he estado realizando mi proyecto de investigación”, compartió.
Meta ambiciosa
La estudiante de FIME tenía muy claro que su proyecto de investigación tenía que ser fuerte, pertinente y bien argumentado. Así que le apostó a la preocupación que actualmente existe a nivel mundial sobre el tema ambiental.
Cuando me dicen que tengo que solucionar una problemática decidí investigar acerca de los combustibles que se utilizan actualmente (en la industria aeroespacial). Creo que todos hemos visto esos despegues de las aeronaves espaciales donde se forman estas nubes”.
“En el proceso de combustión actualmente se libera monóxido
de carbono, que es el contaminante principal en la atmósfera, y mi proyecto
trata de la sustitución con un compuesto químico que es el etanol”, explicó.
Luego de aplicar a la convocatoria pudo ver en línea que había sido aceptada. Ella se integrará el 14 de noviembre a un grupo de 60 estudiantes que estarán durante una semana en la NASA.
“Allá la competencia se desarrolla durante una semana. Nos
van a simular la antigravedad, clases de buceo y entrenamientos que llevan los
astronautas, para después plantearnos una problemática que deberemos resolver.
Para trabajar en ese proyecto nos van a dar archivos que han recabado en
anteriores misiones, como fue la misión Apolo en la luna o la misión robótica
Marte”, dijo la estudiante.
Para este certamen, los estudiantes provenientes de diversos
países del mundo se integrarán en grupos de cinco personas; buscarán resolver
el problema y el proyecto ganador tendrá una gran recompensa.
Ellos nos plantean una misión y tendremos que resolverla por equipos que se conformarán por compañeros de diferentes países. Hasta ahora he visto confirmados jóvenes de Brasil, Estados Unidos, India, Ecuador, Colombia y México. El proyecto ganador será enviado al espacio”.
Laura es una joven con mucha iniciativa, ambición académica
y con una visión muy clara de sí misma en el futuro.
“Desde el principio que apliqué sabía que lo iba a lograr. Soy muy segura de las capacidades, de todas las herramientas que nos da la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la UANL.
“Mi sueño es viajar al espacio, llegar a trabajar dentro de la ingeniería en la Estación Espacial Internacional y siento que estas oportunidades son puertas que se me están abriendo para poder lograr mi meta”, dijo convencida.
La ciencia no tiene género
De niña, Laura tenía muchas interrogantes acerca del universo.
“Desde chiquita me hacía estas preguntas, que creo que la
mayoría de los niños nos hacemos: por qué están las estrellas en el cielo, por qué
hay tantas, qué pasaría si pudiéramos llegar a la luna”, recuerda.
Sin embargo, advierte que estas preguntas, conforme las
personas van creciendo, se van dejando de lado y muchos sueños se quedan solo
en eso.
De acuerdo con Laura, ni la ingeniería ni la tecnología en general tienen género, ya que hombres y mujeres tienen las mismas capacidades.
“Siempre hay quienes hacen comentarios negativos como ‘esto
no es para algunas personas’, ‘aquí en México no hay donde desarrollarte’ y te
van apagando ese sueño, pero siempre he mantenido la motivación.
“Mi mamá siempre me ha dicho ‘si tú lo puedes soñar o
pensar, lo puedes hacer’ y aquí vamos, en el camino”, dijo orgullosa.
Las estadísticas poco favorables para las mujeres universitarias que cursan carreras STEM tampoco asustaron a esta alumna de la UANL.
“Según datos de la UNESCO, solo el 30 por ciento de los estudiantes que se gradúan (de las carreras STEM) son mujeres, pero siento que es más un tema cultural, algo que se va inculcando”.