Después de casi dos años, las escuelas jamaiquinas reabrieron para el aprendizaje presencial el 7 de marzo. Fue un movimiento de bienvenida, considerando que las familias han estado en apuros con todo tipo de presiones desde que comenzó la pandemia de COVID-19, pero los desafíos de aprendizaje no son el único problema que debe abordarse mientras las escuelas reabren por completo: la nutrición también es importante.
La Red de Defensa de la Juventud de Jamaica (JYAN) ha asumido esta preocupación por años, que es tan importante para la salud futura de los jamaiquinos. El hambre es una realidad y, para muchos niños, la comida que reciben en la escuela suele ser la única que tendrán durante el día.
La ONG dedicada a los jóvenes ha iniciado una petición en línea que aboga por que el Ministerio de Educación finalice e implemente urgentemente la Política de Bienestar y Nutrición Escolar del país, que, según dijo, debe regular los alimentos que se ofrecen en los entornos comerciales escolares, incluido el programa nacional de alimentación escolar y el Programa de Avance a través de la Salud y la Educación (PATH), iniciativa de transferencia monetaria condicionada (CCT) que entrega subvenciones en efectivo a los más necesitados de la sociedad:
Whether our children are purchasing food at school, or are provided with lunch via subsidies, they deserve healthy, nutritious meals that will encourage positive food habits.
Ya sea que nuestros niños compren alimentos en la escuela o reciban almuerzos a través de subsidios, merecen comidas saludables y nutritivas que fomenten hábitos alimentarios positivos.
Si bien JYAN ha presentado una lista de recomendaciones que incluyen la prohibición de franquicias de comida rápida en las escuelas, el desarrollo de huertos escolares y la priorización de iniciativas de movimiento y estilos de vida saludables, está más preocupado por el hecho de que el Gobierno de Jamaica tiene planes de vender Nutrition Products Limited, empresa estatal que elabora y distribuye comidas escolares:
The National School Feeding Programme, run by the Government of Jamaica through Nutrition Products Limited (NPL), is undoubtedly one of the fondest school meal traditions that many Jamaicans have. The programme is also partly responsible for the fact that child malnutrition did not increase during the 1970s, in an environment of general economic decline.
[The government’s divestment of] the manufacturing and distribution aspects of NPL, signal[s] the end of a state run and funded school feeding programme. In an environment where 70% of Jamaicans do not have resources or access to safe and nutritious food, and recognizing the importance of the school feeding tradition in encouraging attendance and boosting performance, especially among the nation’s most disenfranchised, what will our future look like? What will be provided as food options for students? How will we guarantee that healthy products will be provided? Will students now have to pay for the food provided under this programme? How much will they be required to pay?
El Programa Nacional de Alimentación Escolar, administrado por el Gobierno de Jamaica a través de Nutrition Products Limited (NPL), es sin duda una de las tradiciones de comidas escolares más queridas que tienen muchos jamaiquinos. El programa también es parcialmente responsable por el hecho de que la desnutrición infantil no aumentó durante la década de 1970, en un ambiente de declive económico general. La desinversión del Gobierno de los aspectos de fabricación y distribución de NPL señala el fin de un programa de alimentación escolar financiado y administrado por el Estado. En un ambiente en el que el 70 % de los jamaiquinos no tienen recursos ni acceso a alimentos seguros y nutritivos, y reconociendo la importancia de la tradición de la alimentación escolar para fomentar la asistencia y mejorar el rendimiento, especialmente entre los más desfavorecidos del país, ¿cómo será nuestro futuro? ¿Qué se les dará como opciones de alimentos a los estudiantes? ¿Cómo garantizaremos que se darán productos saludables? ¿Tendrán que pagar ahora los estudiantes por los alimentos entregados en el marco de este programa? ¿Cuánto tendrán que pagar?
Continuó diciendo que la decisión destaca aún más la necesidad de contar con una política adecuada de nutrición y bienestar escolar, para crear pautas de comidas y dar seguimiento el rendimiento de los proveedores del programa de alimentación escolar. Por su parte, el Gobierno ha dicho que el tema es de capital y eficiencia operativa. Si bien hasta 136 000 estudiantes en 836 escuelas se benefician del programa de alimentación escolar, su ejecución cuesta alrededor de 780 millones JAD [poco más de cinco millones USD]. El plan es «trabajar con los proveedores privados para cubrir los costos de capital» y mejorar la oferta de comidas.
Otra faceta del problema involucra la supuesta mala gestión. El informe del Auditor General de 2020-21 señaló importantes irregularidades en las operaciones de Nutrition Products Ltd. entre 2015 y 2021, incluidos pagos indebidos a intereses externos. El ministro de Educación, Fayval Williams, ha dejado constancia de que apoya una investigación completa de estas infracciones. Al referirse a los planes de desinversión del Gobierno, señaló que es necesario reformar el sistema de alimentación escolar.
Sin embargo, Rashaun Stewart, estudiante de medicina y defensor de JYAN, señaló que la ausencia actual de una política gubernamental de nutrición «representa una crisis insostenible»:
The main constituents of the Western Pattern Diet all increase the risk of chronic illness, especially NCDs [non-communicable diseases]. From a nutritional perspective […] public health and public institutions have to combine to correct this issue before our children fall ill to preventable diseases, and we lose our vision of having a stable and healthy population […] Now, more than ever, our children’s future depends on it.
Todos los componentes principales de la dieta de patrón occidental aumentan el riesgo de enfermedades crónicas, especialmente las enfermedades no transmisibles. Desde el punto de vista nutricional […] la salud pública y las instituciones públicas tenemos que unirnos para corregir este problema antes de que nuestros niños contraigan enfermedades prevenibles, y perdamos nuestra visión de tener una población estable y saludable […] Ahora, más que nunca, el futuro de nuestros hijos depende de eso.