A largo de los siglos, los seres humanos han enfrentado retos que han tenido que resolver para el bienestar de la población. Los retos que hemos enfrentado han sido muy diversos, desde el suministro de alimentación, el vestir y calzar, hasta dilemas como han sido las epidemias, los terremotos, los fenómenos climáticos, por mencionar algunos de ellos.
La solución a muchos de estos dilemas, han venido desde la creación y el uso de las matemáticas. La historia de las matemáticas es tan larga que prácticamente nos remonta a la aparición del hombre en la Tierra. Es lógico pensar en ello, debido a que este lenguaje ha sido ampliamente desarrollado por los seres humanos. Para prácticamente cualquier persona en el mundo, queda clara la importancia de las matemáticas; sin embargo, no todas comparten el gusto y la disposición por comprender este lenguaje. De manera particular, nuestro primer contacto con las matemáticas surte efecto en la educación básica, es decir durante la primaria y la secundaria, así como en la media superior, o sea bachillerato. Por lo regular en estos cursos nos enseñan los axiomas, el razonamiento lógico, las propiedades aritméticas, las estructuras algebraicas, las figuras geométricas, entre otros temas.
El desafío para las y los docentes es despertar el gusto y el interés en edades tempranas para el estudio de las matemáticas, lo que se convierte en un problema complejo de abordar, a pesar de los avances alcanzados en cuanto a herramientas y recursos didácticos y tecnológicos. Aún queda mucho trabajo por hacer. Como consecuencia de ello, muchas y muchos jóvenes se ven atraídos por carreras donde no tengan ninguna relación cercana a las matemáticas. Así que observamos profesiones en Ciencias Sociales saturadas de estudiantes y por otro lado, áreas científicas con déficit de estudiantes, entre ellas las carreras de matemáticas.
Muchos nos hemos cuestionado después de aprender matemáticas, ¿en dónde podemos aplicar este conocimiento adquirido? La respuesta a ello sería, más bien, dónde no hay matemáticas. ¿Conocemos algún campo que haya escapado a esta disciplina? Enumeremos algunas aplicaciones. Las matemáticas y la criptografía surgieron para descifrar los códigos nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
En la actualidad posibilita cifrar información valiosa, como son las cuentas bancarias. Las matemáticas y las redes sociales permiten analizar el comportamiento de los mensajes y las tendencias de los mismos en las redes. Las matemáticas y el Google, que permite a este buscador, en cuestión de segundos, encontrar la información disponible sobre algún tema en particular. En la medicina con instrumentos de alta tecnología. En las ciencias sociales explicando el comportamiento de grupos de población; en fin, en innumerables aplicaciones.
El verdadero reto para las y los docentes es hacerlas divertidas y apasionantes. Galileo Galilei en su libro II Saggiatone (1623) escribió: “La filosofía [natural] está escrita en ese grandioso libro que tenemos abierto ante los ojos, (quiero decir, el universo), pero no se puede entender si antes no se aprende a entender la lengua, a conocer los caracteres en los que está escrito. Está escrito en lengua matemática y sus caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geométricas, sin las cuales es imposible entender ni una palabra; sin ellos es como girar vanamente en un oscuro laberinto”. Resta al lector preguntarse si conoce algún fenómeno que escape a esta disciplina.
Luis Quezada / Guillermo Anaya
Investigadores de la UAEH y la Universidad Iberoamericana