Carolina Basualdo ocupa el cargo de intendenta de Despeñaderos.
Foto: Facebook.
Carolina Basualdo es la intendenta de Despeñaderos desde hace poco más de un año. Los vecinos de su localidad la eligieron para reemplazar a Juan Carlos Cimadamore, quien fue el dirigente que le abrió las puertas de la participación política. A partir de su experiencia, Basualdo reflexiona sobre la situación de la mujer y cómo avanzar hacia una sociedad igualitaria.
– ¿Cómo se inició en la actividad política, lo que le permitió llegar a ser la intendenta de su localidad?
– A mí siempre me gustó la cuestión social. Estuve involucrada desde grupos de la Parroquia, en la ayuda al Hogar de Ancianos, también en el trabajo voluntario de grupos de jóvenes por las adicciones. Siempre tuve una mirada desde lo social. Yo soy licenciada en Comunicación Social, y tuve también la oportunidad de trabajar en Buenos Aires, para un proyecto de la OEA durante tres años. Más allá que trabajé mucho en comunicación institucional para empresas siempre me interesó lo social y tuve una participación en Despeñaderos. En 2007, me convoca el intendente que falleció y que hoy estoy reemplazando, Juan Carlos Cimadamore. Fui una de las primeras concejales en ese proceso político, así que ahí me inicié en un camino más formal. Después fui legisladora suplente por el departamento Santa María, del 2011 al 2015. Tuve la oportunidad de ser legisladora en estos 4 años. Después tuve la posibilidad de estar con Alejandra Vigo como secretaria de Equidad, con Alejandra y con Laura Jure. Después fui legisladora y candidata a intendenta, y tuve el gran honor de que los vecinos me eligieron para conducir la ciudad y el desarrollo de Despeñaderos.
– ¿Cómo evalúa el grado de inserción que fue logrando la mujer en todo este tiempo?
. Creo que cada vez somos más las mujeres que se animan a participar de la política. Muchas me decían cuando yo me inicié: “para qué te vas a meter, te va bien en el sector privado”. Yo creo que desde la política uno puede cambiar para mejor la vida de la gente. Se pueden generar los cambios y las transformaciones. Y hay que involucrarse en los procesos políticos y en los procesos democráticos. Creo que en estos últimos tiempos hay una mayor participación, una mayor apertura aunque, tenemos que decirlo, no es tan fácil este camino y siempre digo que tuve a Juan Carlos que fue como un padre político que me acompañó en este crecimiento. Y después contar con Alejandra, que es como un faro para nosotras, todas las mujeres, que creó el Programa Lideresas que, debemos decirlo, a nosotras nos enorgullece. Hoy, como comparto redes con municipios por distintos temas, es la única provincia en el país que tiene un programa destinado a la participación política de la mujer en el que trabajamos con las mujeres de los sindicatos, de las empresas, con las mujeres de los distintos sectores, con las mujeres de la Universidad, que tenemos cada vez más mujeres egresadas. Este programa es un antes y un después en la participación política de las mujeres. Tuve la oportunidad de ir recorriendo con este programa los departamentos de la provincia y creo que despertó esto de la participación. El que otras mujeres se animen a poder generar una red a lo largo y a lo ancho de la provincia. Creo que hoy se puede visibilizar eso de la brecha digital de género, de la lucha con lo que tiene que ver con el mundo del trabajo. Y también esta movilización del Ni Una Menos y que las jóvenes que hoy luchan por sus derechos tienen una mirada distinta sobre la participación de las mujeres hacen que la realidad, la sociedad, vaya cambiando. Que quizás algunos modelos que son como más patriarcales o distintos también reeducan en las familias con los padres. Entonces creo que es un camino que hoy las mujeres se animan a participar, pero aún tenemos al interior de los partidos políticos y en todos los espacios que no nos resulta tan fácil. Por eso siempre digo que personas como Alejandra nos abren el camino a otras y nos ayudan para que entre todas podamos tener una mayor participación política. Lo que no significa que sea fácil, porque las intendentas solamente representamos el 15 por ciento en los 427 municipios, y que hay que seguir generando espacios, muchas veces como digo yo, “a los taconazos y a los codazos”, haciéndonos el lugar y que tengamos la participación que debamos tener.
Basualdo acumula larga experiencia en trabajo social y político. Foto: Facebook.
– ¿Cuáles son los objetivos principales para encarar una política que permita potenciar la participación de la mujer?
– Por un lado, creo que ese programa Lideresas fue un antes y un después en la participación política de las mujeres, que eso nos permitió generar un diagnóstico de cómo está Córdoba, cómo avanzar en este sentido con una mayor participación, cómo trabajar con la Justicia, cómo trabajar en el Legislativo. Eso lo vamos a continuar haciendo en el programa Lideresas desde la mesa ejecutiva para tratar de promover esos espacios. Por otro lado, desde la función propia como intendenta creo que siempre la mirada transversal de género tiene que estar en cada una de las políticas. En cada una de las políticas tratamos de ir teniendo esta mirada para ir teniendo simplemente lo que nos merecemos, que es que el 50 por ciento de la población con el 50 por ciento de las oportunidades. En ese sentido trabajamos, independientemente de tener un Despeñaderos más sustentable, amigable con el ambiente; un Despeñaderos productivo, y acompañamos a la educación para que sea una política transversal para que podamos brindar igualdad de oportunidades a las mujeres.
-¿Qué le gustaría dejar como herencia, dentro de las posibilidades que usted tiene, a sus hijas en cuanto a las posibilidades de desarrollo como mujeres?
– Tengo tres hijos, un varón de 13, una hija de 11 y una de 5 años, que es la que más me persigue. La verdad es que me gustaría dejarles a mis hijos una sociedad más igualitaria donde no tengamos que estar pensando si las mujeres o las chicas tienen que salir, si van a volver. Que no tengan que sufrir esta violencia de género y esta sociedad con desigualdad de condiciones para que el trabajo que ellas realizan tenga la misma remuneración y no tengan “techo de cristal”. Ni tengan estos techos que nosotras tuvimos que ir rompiendo en la política, y que otras mujeres lo hacen en el espacio empresarial, porque las mujeres en las cámaras hablan de la misma situación. Ni qué hablar de la brecha digital de género, que es un tema que me interesa y que estamos desarrollando. Tenemos una escuela ProA buscando que las mujeres tengan oportunidades en esa brecha digital. Me gustaría dejarles a mis hijos una sociedad más igualitaria.