Son múltiples las razones por las que la gente elige una dieta vegetariana o vegana: algunos se oponen éticamente a matar animales o a usarlos para producir alimentos. Otros lo hacen por estar en contra de la agricultura industrial. Además, determinadas intolerancias o las preferencias de gustos personales también pueden llevar a esa decisión.
En este contexto hay un argumento que se repite insistentemente: Los vegetarianos y los veganos viven vidas más saludables. Otros, en cambio, sostienen que viven de forma más insalubre. Entonces, ¿qué es verdad?
“No se puede generalizar”, señala al respecto Sabine Hundt, nutricionista en la localidad alemana de Freiberg. “Hay estudios que demuestran que los vegetarianos viven de forma más sana”. Sin embargo, según la experta, esto no siempre puede atribuirse directamente a la renuncia a la carne. ¿Y a qué se debe entonces? “Los vegetarianos suelen cuidar mejor de sí mismos y de sus cuerpos”, explica.
Concretamente, esto significa que los vegetarianos suelen llevar una dieta más consciente y equilibrada, hacen ejercicio con mayor regularidad y fuman menos.
Una dieta basada en vegetales como base de una nutrición saludable
En cierto modo esto también está confirmado por la Sociedad Alemana de Nutrición, DGE. La base de una dieta saludable es una dieta basada en plantas con una variada selección de vegetales, legumbres, frutas, cereales y productos integrales, así como patatas, nueces, semillas oleaginosas y aceites vegetales de alta calidad. La leche, los productos lácteos y los huevos también están incluidos.
“En principio, el cuerpo no necesita más que esa base saludable. La carne se puede comer pero no pasa nada si se excluye de la dieta”, explica Sabine Hundt. Los nutrientes que se omiten como resultado de un cambio en la dieta también podrían ser sustituidos por otros alimentos. En principio, no se necesitan suplementos alimenticios.
Combinación inteligente de alimentos
Dependiendo de la cantidad de alimentos que se descarten y, por tanto, de las fuentes de nutrientes que se pierdan, es necesario combinar los alimentos realmente consumidos de forma inteligente. Por lo tanto, es aconsejable informarse con antelación sobre la alimentación y la nutrición saludable.
Se requiere una precaución especial con los bebés, los niños, los adolescentes y las mujeres embarazadas, afirma Hundt. “Reaccionan de forma extremadamente sensible a las deficiencias de nutrientes”. Por lo tanto, ella más bien desaconseja una dieta vegetariana para estos grupos de personas. No obstante, pueden seguir una nutrición vegetariana, aunque se aconseja contar con asesoramiento profesional previo.
Los vegetarianos prescinden de todos los productos derivados de animales muertos. Los veganos, por otro lado, generalmente se abstienen de todo alimento de origen animal, incluyendo la miel, por ejemplo.
No conviene cambiar de un día para otro
No se recomienda cambiar la dieta de forma drástica. “Un cambio gradual es más fácil, tanto para el cuerpo como para la propia motivación”, dice la especialista en nutrición y autora de libros de cocina Dagmar von Cramm.
Ella aconseja simplemente ir probando primero los platos vegetarianos cada vez más a menudo. “Se puede empezar con el desayuno dejando fuera las salchichas y el jamón”. En un segundo paso se podría probar con las comidas principales. “Especialmente a nivel internacional, hay muchas recetas fantásticas para probar. Numerosos platos de la cocina asiática, árabe e india son tradicionalmente vegetarianos o veganos”, agrega.
Poco a poco, irá desapareciendo la carne del menú. “Para aquellos que cambian su dieta paso a paso, lo principal no debería ser la renuncia, sino más bien las muchas nuevas recetas y las posibilidades que se van sumando”.