Por su parte, María José Alcalá, la primera mujer en presidir el Comité Olímpico Mexicano, detalló que en el ámbito deportivo existen las brechas no solo con quienes lo practican sino también para juezas y árbitras, y hasta en las autoridades que lo conforman.
“En su concepción, el Comité Olímpico Internacional no es para las mujeres (…) no podíamos ni siquiera ir a ver los Juegos Olímpicos, ahora las mujeres tenemos más presencia aunque todavía es complicada en las mujeres”, recordó sobre las diferencias que se viven incluso cuando ya hay más espacios y competidoras, pero no los mismos apoyos.
Creo que es muy importante ver cómo podemos poner los temas en campo, es importante ver las calles oscuras cómo las alumbras, cómo hago que haya un lugar seguro para cada espacio para las mujeres, en el tema de deporte, cómo les doy seguridad.
María José Alcalá, presidenta del Comité Olímpico Mexicano.
No solo en el sector deportivo, en el mundo laboral las desigualdades y violaciones a los derechos de las mujeres siguen ocurriendo.
Geraldina González comentó que las denuncias de despido por embarazo ocupan el primer lugar en la Ciudad de México, salvo el año pasado que fueron rebasadas por temas de salud como COVID-19.
La presidenta de Copred refirió que esto tiene que ver con las políticas de corresponsabilidad que obligan que sean las mujeres, quienes desde la perspectiva de las personas empleadoras “no rinden como trabajadoras”, por lo que acaban despidiéndolas o acosándolas para que renuncien, cuando todo esto es discriminatorio.
Las participantes recordaron que se mantiene la brecha salarial entre hombres y mujeres.
La senadora Mercado expuso que una de las cosas que pueden ayudar es la transparencia, es decir que sean visibles los sueldos y las posiciones, pues con eso se demuestra que aunque en términos del total de trabajadores, son más mujeres, “en términos de salario están en la base de la pirámide salarial”.
A su vez, Belén Sanz refirió que la brecha salarial sigue siendo una herida profunda, pues el 50% de las mujeres ganan un salario mínimo, es decir que hay muchas más mujeres que ganan menos, por lo que desde el Congreso esta agenda de derechos económicos, donde la brecha salarial es muy importante, se puede atender.