Miguel Tirado Rasso
mitirasso@yahoo.com.mx
“Aprended, Flores en mí, lo que va de ayer a hoy,
que ayer maravilla fui, y hoy sombra mía aun no soy.”
Luis de Góngora
(1561-1627)
El Partido Revolucionario Institucional llegará a la contienda electoral presidencial de 2024, con 95 años cumplidos. Buena noticia, por su longevidad casi centenaria. La mala noticia es que estará participando en las peores condiciones de toda su historia, como una muy débil tercera fuerza política.
El pasado viernes 4, el PRI celebró su aniversario número 93 que, a diferencia de otros tiempos en que el festejo era noticia nacional, destacada por todos los medios de comunicación impresos y electrónicos, al que asistían las más altas figuras políticas del país, destacadas personalidades del sector privado y una muy numerosa militancia, ahora la celebración pasó casi en el sigilo, desapercibida, poco recordada por propios y extraños, ignorada por los medios y con una asistencia mínima.
Una discreción acorde a la circunstancia que vive actualmente el otrora partidazo, al que las deserciones, las divisiones internas, los intereses personales, la ambición de poder, errores y excesos, muchos, y pasados inconfesables de sus personajes, lo llevaron a la agonía de poder en que ahora se encuentra.
De acuerdo con lo publicado en medios, de los cuatro gobernadores que le quedan (hace 7 años tenía 20 gobernadores), sólo asistieron dos, de Hidalgo y Oaxaca; el mexiquense y el de Coahuila, brillaron por su ausencia. Por los agradecimientos que hizo el presidente del CEN, Alejandro Moreno, Alito, se deduce que pocos ex presidentes del partido lo acompañaron en el evento y ni que decir de ex funcionarios del pasado, que prefirieron mantener la sana distancia con el partido al que mucho le deben. De acuerdo a la moda y aprovechando las facilidades tecnológicas, el evento fue híbrido, lo que podría explicar las muchas ausencias, aunque, los ánimos no muestren mucho interés, entusiasmo y empatía con la dirigencia actual.
El presidente priista arremetió, en su discurso, contra quiénes han desairado al partido, aceptado cargos en el servicio exterior, como es el caso de tres ex gobernadores del tricolor, a los que, las amenazas de expulsión, con las que la dirigencia de su partido pretendió presionarlos para que rechazaran el ofrecimiento de la 4T, poco les preocuparon. Ni las vieron ni las oyeron, como dijo el clásico, y ahora son felices diplomáticos de la 4T.
Alito, no predica con el ejemplo. Habló de mejorar al partido y de “reconstruir el México del presente”, pero en la práctica, no se ve muy activo en este sentido. Después de tres años del gobierno actual, su dirigencia ha demostrado ser bastante complaciente con la 4T, en sus posicionamientos políticos. Su actuación en el Congreso como bancada de oposición ha dejado mucho que desear. Para muestra están los votos del coordinador de los diputados priistas, Rubén Moreira, apoyando las iniciativas de Palacio sobre temas polémicos como la revocación de mandato, la eliminación del seguro popular y el tope a las remuneraciones de los funcionarios públicos, por mencionar solo algunas.
Por lo pronto, el diputado y dirigente del tricolor, tiene una buena oportunidad para demostrar, con hechos, su llamado a “detener la destrucción del camino avanzado”, como anunció en su discurso. La aprobación de la contra reforma eléctrica en el Congreso, requiere, necesariamente, de votos de la oposición, pues los números de Morena no le alcanzan ni con el apoyo de sus aliados, el PT y el PVEM.
El PRI aparece como la opción que la 4T busca y, así lo ha expresado públicamente. La ambigüedad con la que el tricolor se ha conducido en este tema, envía malos mensajes, cuando se esperaría una defensa categórica de la reforma eléctrica que el gobierno priista del pasado reciente llevó a cabo y que, los dirigentes actuales del tricolor, apoyaron en su calidad de gobernadores. Pero, así como no hubo priismo defensor de la Reforma Educativa, es de temer que se repita la sumisión ante las presiones de la 4T.
Con motivo de estos 93 años, a alguien del partido se le ocurrió lanzar 93 tuits bajo el título de “Datos que no sabías del PRI”, en el que incluyeron información “importante” como que su signo del zodíaco es Piscis; es un partido pet friendly; les gustan las quesadillas de queso; tienen un gran sentido del humor; todos tienen un chaleco rojo; son amantes de echar cascarita; el presidente más guapo de México fue priista; es el partido con más simpatizantes en todo México; es el partido con más jóvenes en sus filas, y, así por el estilo.
Seguramente con estas revelaciones, el PRI supone que podrá atraer nuevos partidarios y además recuperar a muchos de los que se han ido decepcionados de los personajes que comandan el tricolor. Claro está que los talentos de este partido pudieron haber optado por otro tipo de información como que durante sus 77 años en el poder, gobernaron 15 presidentes y, durante ese tiempo, se crearon, instituciones como el Banco de México, el INFONAVIT, el IMSS, el ISSSTE, el FOVISSSTE, FONAPO, los institutos de Cardiología, de Nutrición, de Enfermedades Respiratorias, el IPN, la UAM, la Cd Universitaria, el CONACYT, el DIF, los desayunos escolares, los Libros de Texto Gratuito, etc.
Pero, en fin, esos tuits ayudan a entender las ruinas del tricolor y que, a poco más de tres años de su segunda gran derrota, sigue con el rumbo perdido.