A Clara la última factura del gas la dejó atónita. Al comentarlo con amigos, varios estaban en la misma situación: con el cambio de año habían pasado a pagar mucho más, incluso el doble. Y eso sin guerras de por medio, que amenazan con incrementar todavía más los precios. La queja se repite día a día en redes sociales, desde grandes compañías hasta comercializadoras locales.
¿Por qué a algunos ya les ha subido tanto la factura del gas? El factor determinante es cuándo se ha renovado su contrato. Si se tenía una tarifa fija y en la primera factura del año vio una gran subida, significa que se lo renovaron en diciembre. No pudo ser peor momento. “Se dio un pico de tensión máxima por cortes de suministros desde Rusia, y el mercado de futuros del gas –donde se pactan precios para entregas dentro de unos meses– se impulsó a máximos. Al actualizar el contrato se construye el nuevo precio que se cobra mirando los futuros. Si tienes la mala suerte de que la renovación toca cuando están en esos niveles, hay que aguantar la penitencia todo el año”, resume Antonio Aceituno, al frente de la consultora Tempos Energía. Es decir, la compañía traslada un presumible aumento de la materia prima al cliente.
Lee también
Los contratos suelen ser anuales. “Una vez superado ese periodo es normal que las empresas hagan un reajuste y los precios se adapten a los que está marcando el mercado, en estos casos elevados”, comenta Laura Cardenal, del comparador Selectra. “Hacemos contratos de gas de 12 meses. Agotados, se vuelve a renovar por el precio al que estamos comprando [el suministro]. Aquellos contratos que se realizaron antes de la subida de precios del gas han notado una subida”, reconoce una empresa del sector.
Facturas
Cuando se renueva el contrato se mira el mercado de futuros, que en diciembre y hoy están disparados; de mayo a julio sería el momento idóneo
Para confirmar que la subida sea por este motivo, hay que coger una factura previa a la subida y otra posterior y consultar el concepto “término de energía”, “término variable” o “consumo gas”, que marca a qué precio se paga por el consumo (€/kWh). Es donde se reflejaría el alza. Es un susto para desprevenidos. “Las compañías no tienen obligación de comunicar cuáles son sus tarifas activas. Y cuando se produce la renovación es cuando hay una subida exagerada”, critica Enrique García, portavoz de la OCU. A muchos la notificación del incremento se les pasa, bien porque no la abren o porque no llega, asegura. “El consumidor sabe lo que cuesta el pan, pero no el gas. No sabe comparar, paga una factura y ya está”. Alguno directamente no saben qué tipo de tarifa tiene, sigue.
Lee también
Fuentes del sector explican que la subida tan fuerte se da en todas las compañías, pero solo en el mercado libre. En el regulado, con la tarifa TUR –equivale al PVPC de la luz–, el Gobierno marca la subida de cada trimestre, y se ha capado para escalonarla en el año. “Ya lo notan clientes renovados en diciembre y a partir de ahora seguirá pasando”, dicen estas fuentes con el contexto de la guerra de Ucrania, que ha disparado los futuros a nuevos máximos.
Viendo cómo se forman los precios, Aceituno recomienda contratar o renovar tarifas entre mayo y julio, ya que se negocia con menos demanda de gas y futuros “no tensionados”. Es un tema de oferta y demanda donde el paso lo marca “la necesidad de calefacción alemana”, baja en esa época. Entre otras soluciones quedan negociar con la compañía o pasarse a otra, revisando si hay penalización. También hay que ver si se cumplen requisitos y dar el salto al mercado regulado, donde se puede acceder a bonos sociales.
Los trucos para ahorrar en casa
Bajar el consumo siempre reduce el golpe. Desde Selectra recomiendan una serie de consejos para ayudar a ahorrar. Cardenal apunta que lo mejor es mantener una temperatura de la calefacción entre los 18ºC y los 20ºC. “A mayor temperatura, mayor consumo”, alerta. También llama a revisar el estado de los radiadores, porque un mal funcionamiento se acaba notando en el recibo.
Lo mismo pasa con el agua caliente si se tiene por gas natural. Cuanto más alta se fije la temperatura, más consumo se genera. Por eso recomienda programar la caldera a 40ºC.
El estado de la propia casa es otro punto fundamental. “Aísla la casa en la medida que puedas”, dice. Aunque hay una inversión inicial que puede resultar elevada, “realizar mejoras en el aislamiento se traduce en un ahorro de hasta un 30%”. Contar con termostatos programables es otra cosa que sale a cuenta, al permitir gestionar la temperatura por habitaciones y en determinadas horas del día, permitiendo apagar el sistema en los momentos en los que no hay nadie en la vivienda.
Un último punto clave es que antes de contratar o al querer cambiarse de compañía un paso obligado es comparar al detalle las ofertas del mercado en las herramientas de la CNMC o de la OCU.