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Hay muchas cosas que Greta Elizondo le agradece al ballet. Más allá de ser su trabajo de tiempo completo, y un medio que la ha llevado por otros caminos como el de la escritura o el cine, la bailarina reconoce que la danza clásica la ayudó a forjar su personalidad e ímpetu como expresó en exclusiva a HOLA.com México. “Primero que nada están las cosas físicas, como de salud, que son muy buenas y que todo mundo puede beneficiarse del ballet como es la postura, ejercitarse, moverse, la flexibilidad, pero más que nada, yo creo que de las cosas más increíbles que me han dado la danza y el ballet ha sido la disciplina para lograr tus objetivos”, nos dijo.
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Justo es esa constancia que desarrolló desde niña, así como el amor que le tiene a este arte, lo que la impulsa a mostrar su mejor versión, día a día. “Ves a las bailarinas con cuerpo súper estético pero pues eso se va haciendo, no es la finalidad. La finalidad de la danza es, primero es disfrutarlo, y segundo aprender a mover tu cuerpo para poder hacer lo que una coreografía te pide”.
El secreto detrás de una figura de bailarina
Greta admite que no necesita otro ejercicio más que el ballet para fortalecer todo su cuerpo, sobre todo sus piernas. “Saltando y en puntas, ya con eso”, nos comentó. “Por ejemplo, ahorita no tengo tiempo de hacer pesas, correr, bici, que a mí me gusta muchísimo. Hago una hora de bici de ruta. Cosas de cardio me encantan pero ahorita tengo que meterle más horas de estudio. De estar en el salón, frente al espejo, practicando los pasos que tengo que bailar, entonces ahí se empieza a modificar un poco. […] Ensayo 36 horas a la semana. Por ejemplo, ahora estoy preparando un papel principal en Don Quijote. ¡Estoy bien emocionada! No estaba en mi lista y no sé, nunca pensé que era una posibilidad. El 12 de marzo es mi estreno, entonces, pues hay que meterle más energía porque justamente es un papel que se me hace más difícil, que tiene muchos saltos, es dinámico. Por ejemplo, ahora estoy trabajando 8 o 9 horas al día”, agregó.
Sin embargo, la bailarina sí suele complementar con otras prácticas pues el deporte es algo que le mueve (y mucho). “Por lo general meto algo más tranquilo, no tan aeróbico como Pilates o Aerotonic, que me encanta. También hago una clase con ligas de resistencia y pasos de ballet. Cuando estoy muy cansada y le tengo que invertir muchas horas, de verdad no puedo hacer más cardio”.
¿Lo mejor? Es que el ballet es apto para todas las edades, siendo una profesión pero también un hobbie digno de intentar. “Para ser profesional sí tienes que empezar de niño o joven y tener muchísimas facultades porque sí es algo extra demandante para el cuerpo. Especialmente porque comenzamos como profesionales a los 18 años, entonces empezar a bailar a los 25 y entrar a una compañía a los 30 sí es más difícil, pero no digo que no se pueda. Yo soy fan de que las personas bailen y disfruten y que 100% pueden empezar una clase de adultos y mejorar. De hecho, mi maestra rusa de toda la vida tiene un grupo en Monterrey (que soy de allá). Es de señoras que llevan casi todo lo que yo llevo bailando, fácil tienen como 20 años yendo a sus clases en las mañanas y la verdad es que yo a veces voy y han mejorado muchísimo. ¡Son bastante buenas! Creo que para mejorar, no hay edad”, relató.
El ballet, todo un arte (y un reto)
Aunque la mexicana contó que le hubiera gustado estudiar diseño gráfico o de interiores, la danza clásica es su verdadera pasión… aún si ésta es desafiante e incluso dolorosa. ¿Lo curioso? Es que, para Greta, el reto está en la mente.
“Lo más difícil ha sido el tema psicológico. La verdad es que es una disciplina sumamente difícil. No me gusta decir sacrificio pero sí requiere como de toda tu atención, ganas, esfuerzo, energía, todo ya que es algo sumamente preciso y que no puedes nada más dedicarle poquitas horas al día o de vez en cuando. Es algo que realmente requiere toda tu atención y pues, al momento de hacer algo que te apasiona tanto pues es muy posible que te llegues a decepcionar porque no todos somos perfectos. No puedes tener los resultados que quieres cuando quieres entonces creo que sí; psicológicamente puede ser un poquito… no poquito, MUY frustrante y pesado. Mil y un veces quieres dejarlo porque duele en el cuerpo, duele muchísimo físicamente y dan ganas de hacer cualquier otra cosa pero al final, cuando es lo que te gusta y para lo que naciste, pues ni modo, ahí sigues y cada día va pasando, algunos buenos, algunos malos, pero sigues adelante”, afirmó.
Lo cierto es que su mejor regalo y el que la motiva a seguir es ver el progreso de su trabajo. “Con el ballet aprendí que si te estiras todos los días, un buen día (quien sabe cuándo porque puede tomar mucho tiempo), ese estiramiento va a dar resultados y vas a ser más flexible. Aprendí que con el esfuerzo de todos los días y dándole un poquito más cada día, se ven los resultados. […] Puedo ver cómo he mejorado muchísimo; de manera técnica, mi cuerpo, mil y un cosas que mi cuerpo jamás pensé que lograría”, dijo con emoción.
Greta, quien escribió El mundo es tu escenario, y participó en la película El Rey de Todo el Mundo junto a Ana de la Reguera y Damián Alcázar, admite que ha cumplido sus metas gracias a la pasión que imprime en todo lo que hace, no solo en el ballet. “Sí pienso que hay que tomar todas las oportunidades, ya después ves cómo le haces, le echas todas las ganas del mundo. No sé cómo me veo en 5 años, pero como la vida se vaya presentando, sé que voy a ir tomando las decisiones, y sé que todo va a salir bien”, finalizó para HOLA.com México.
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