Debido a nuestra carga genética, los mexicanos tenemos un mayor riesgo a padecer sobrepeso y, en consecuencia, obesidad, alertó Emma Chávez Manzanera, coordinadora de la Clínica de Obesidad y Trastornos de la Conducta Alimentaria del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).
En entrevista con Excélsior, explicó que la susceptibilidad genética de un individuo para sufrir obesidad es consecuencia, hasta en un 80%, de polimorfismos de los genes.
La especialista añadió que esta condición genética se puede activar con estímulos ambientales y se agrava si las personas tienen un estilo de vida con malos hábitos alimenticios y sedentarismo.
“Los mexicanos tenemos una genética que favorece padecer obesidad. Entonces, si tenemos una genética mala, cualquier desencadenante externo nos hace más susceptibles.
“En México tenemos una predisposición mayor para enfermedades metabólicas, como por ejemplo el colesterol alto, los triglicéridos altos, la diabetes y la obesidad. Estos genes se van transmitiendo de generación en generación. Entonces, hay genes que te predisponen a obesidad mayor, a diabetes a largo plazo cuando tú los estás estimulando”, explicó.
La endocrinóloga indicó que para saber si la persona tiene una carga genética proclive a padecer obesidad y prevenirla, se sugiere revisar el historial personal y familiar.
“Lo puedes saber en aquellos niños que desde etapas muy tempranas en la vida —desde los dos o tres años— tienen una ganancia de peso y se acompañan de otros síntomas.
“Pero, en general, lo podemos saber preguntando cuál es la historia familiar. Saber si tu familia tiene obesidad en toda la rama paterna y materna, con esto ya te puedes dar una idea de quién está en riesgo”, indicó.
Emma Chávez sostuvo que es difícil saber si la obesidad es resultado de malos hábitos alimenticios heredados o por la carga genética, pero, en ambos casos, sí es posible prevenir esta enfermedad que actualmente padecen más de cuatro de cada 10 mexicanos.
“Hay genes que te predisponen a obesidad mayor cuando tú los estás estimulando. Es complejo, pero realmente los mexicanos tenemos mayor riesgo, pero no por tener el riesgo significa que vas a desarrollar la enfermedad.
“Te tienes que exponer a un ambiente obesogénico para desarrollar la enfermedad. Por ejemplo sí yo tengo un gen que me predispone a obesidad, pero me cuido, como sano y hago mucho ejercicio, hay poca probabilidad de que desarrolle obesidad.
“Pero si me expongo a un ambiente de mala alimentación y sin ejercicio, inmediatamente voy a expresar el sobrepeso y, posteriormente, la obesidad”, advirtió la coordinadora de la Clínica de Obesidad y Trastornos de la Conducta Alimentaria del INCMNSZ.
Situación
- Según expertos, la obesidad puede ser la manifestación de varios males o pueden desarrollar otros más si es mal atendida.
Ansiedad y depresión, detrás de sobrepeso
Actualmente, ocho de cada diez mexicanos con obesidad o sobrepeso podrían padecer algún tipo de trastorno mental, informó a Excélsior, Luis Meixueiro Torres, especialista del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz.
Explicó que esta problemática —que debe ser atendida de forma multidisciplinaria— también se puede manifestar de forma inversa, pero, en ambos casos, surge a partir de los 20 años y afecta, prácticamente en la misma proporción, a mujeres y a hombres.
“Ocho de cada diez personas que padecen un problema de sobrepeso u obesidad van a cumplir los criterios suficientes para padecer alguna enfermedad siquiátrica, sobre todo ansiedad y depresión.
“De la misma forma, seis de cada diez pacientes con enfermedades mentales van a reunir criterios para tener sobrepeso y obesidad y aumento en su índice de masa corporal”, sostuvo.
En el Día Mundial de la Obesidad, que se conmemora el 4 de marzo, el siquiatra detalló la función metabólica que en un individuo con obesidad podría ocasionar problemas mentales.
“Las enfermedades metabólicas, como la obesidad, van a alterar productos de metabolitos como el cortisol. El cortisol es una hormona que se ha asociado al estrés de manera muy estrecha.
“Los niveles altos de cortisol van a traer como consecuencia un estrés y una oxidación a nivel neuronal acelerada y está oxidación va a alterar el funcionamiento normal de las neuronas. Y la probabilidad de que una persona con obesidad y sobrepeso comience a presentar una función anormal de su cerebro emocional es más alta”, enfatizó.
Luis Meixueiro Torres señaló que a lo anterior se suma el estigma social contra las personas que tienen obesidad.
“Hay mucho bullying, hay mucha presión social sobre la apariencia física, sobre el tema de la salud física y este constante bombardeo de opiniones acerca del sobrepeso por las demás personas va a mermar la autoestima de los pacientes y esta autoestima mermada va a dar problemas de sueño, de ansiedad, depresión, y generar otras enfermedades siquiátricas graves.
“Además, el aspecto emocional interviene de manera contundente a la hora de comer, porque hay personas que comen por tristeza, por impulso, por enojo, o incluso quienes tienen trastorno por atracón nocturno y, en todos los casos, deben tener una atención multidisciplinaria”, señaló el también integrante de la Sociedad Mexicana de Neurología y Psiquiatría.
Problema se agudizará
Hoy viernes, la Federación Mundial de Obesidad presentará los nuevos resultados del Atlas Mundial de Obesidad donde se avizora que México ocupará uno de los primeros lugares, informó a Excélsior Simón Barquera Cervera, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINyS) del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Explicó que la problemática que vivía nuestro país se agudizó durante los últimos dos años, a consecuencia de la pandemia de covid-19.
“En el Atlas que se presentará este 4 de marzo, México se encuentra entre los lugares más altos, porque actualmente hay entidades donde se puede contabilizar que más de ocho de cada diez personas ya tienen sobrepeso y obesidad”.
Como autor del libro ¿Hasta que los kilos nos alcancen?, el cual es utilizado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) para impulsar entornos saludables, Barquera Cervera señaló que la problemática de obesidad se agrava entre las niñas y niños mexicanos.
“En el nuevo atlas, más de uno de cada tres niños reportan sobrepeso y obesidad, lo cual nos pone en una situación muy comprometida para atender esta enfermedad”.
Ante este panorama, Simón Barquera encabezó el posicionamiento de mil profesionales de la salud, académicos, investigadores y organizaciones de la sociedad civil (OSC) para prevenir, tratar y controlar la obesidad.
En el documento, denominado Volviéndonos mejores: necesidad de acción inmediata ante el reto de la obesidad. Una postura de profesionales de la salud, se propuso, entre otros temas, lo siguiente:
-La obesidad debe ser considerada una enfermedad crónica, compleja y multifactorial en la cual existen factores genéticos, fisiológicos, hormonales, sicológicos, ambientales, económicos, culturales, sociales y comerciales.
– El abordaje de la obesidad requiere un enfoque centrado en la persona, enfatizando la importancia de la prevención a lo largo del curso de la vida desde la preconcepción, durante los primeros mil días de su vida.
– Las personas que viven con obesidad no deben ser estigmatizadas.
– Asegurar la educación y un adecuado desarrollo de profesionales de salud, con énfasis en el primer nivel de atención y con un enfoque preventivo.
– Generar mecanismos para blindar el diseño, implementación y evaluación de las políticas para la prevención y control de la obesidad, de intereses comerciales y patrocinio de eventos de sicología y siquiatría.
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