En los días recientes ha crecido la expectativa por saber si la Unión Europea (UE), en voz del Parlamento Europeo, decidirá formalmente si prohibir o no la minería de Bitcoin (BTC). En el supuesto de que finalmente sea ilegalizada la actividad, ¿tendría algún impacto severo para la red?
Si se citan los números del Mapa de Minería de la Universidad de Cambridge, la respuesta corta es no. Europa, aunque ha tenido captación de mineros, todavía no alberga el hashrate suficiente para desestabilizar la red si pasa algo. En total, los países que conforman el bloque generan, entre sí, el 11% de la tasa de hash global. Es, casualmente, lo mismo que aporta Rusia por sí misma.
Según este indicador, las naciones de Europa que más actividad minera reportan son Alemania (4,48%), Suecia (1,16%) e Irlanda (4,68%). Los que menos aportan, son Bulgaria (0,01%), Estonia (0,01%) y República Checa (0,01%), además de otros donde la presencia de mineros parece no existir.
¿Esto qué significa? En simples palabras, que, si el Parlamento Europeo prohíbe la minería y se apagan los ASIC, una afectación minúscula y temporal acaecería sobre la red Bitcoin. Esto, contrario a complicar la situación, llamaría a la resiliencia de la primera criptomoneda, que pudiera seguir operando con un 89% del hashrate global, suficiente para mantenerla asegurada.
Pero los bitcoiners sí se verían afectados
No obstante, el impacto sí llegaría a quienes se dedican al ecosistema. Se habla desde mineros hasta exchanges, que, por ordenanza de una institución política, tendrían que supeditarse a cumplir o correr el riesgo de ser sancionados. Hay que recordar que la norma establece la prohibición de comercializar criptoactivos que usen la Prueba de Trabajo (PoW, por sus siglas en inglés) por el supuesto impacto ambiental que causa. Bitcoin, como se sabe, es una criptomoneda que se mina con el consenso PoW.
La prohibición pudiera derivar en una migración [y descentralización] de operadores de Bitcoin desde suelo europeo a otros lugares del mundo, en donde la actividad sea bien vista y aceptada. Un destino resuena en América Latina, donde varios proyectos relacionados con BTC se están desarrollando.
Una prohibición y posterior migración de mineros ya es algo que Bitcoin experimentó en el pasado. No hace mucho, en mayo de 2021, China baneó la actividad con la excusa del cuidado del ambiente y los delitos que (como el dinero fíat) cometer con los activos digitales.
Ese golpe, que hizo caer el precio de la criptomoneda por debajo de los USD 30.000 y causó un retroceso importante en la tasa de hash, se superó algunas semanas después gracias a la actividad de nuevos mineros y otros operadores que se sitiaron en lugares distintos. En ese momento, la resiliencia de BTC marcó la diferencia y le permitió volver a marcar nuevos récords.
Es previsible que esto vuelva a ocurrir si Europa prohíbe la minería. La experiencia marcó un camino para Bitcoin, el cual seguirá en caso de que sea prohibido por uno o varios países. Lo importante es que hay lugares en donde puede ejercerse la actividad y que entienden que la minería, si bien contamina, no representa una amenaza para el medio ambiente.
La ley MiCA y la pretensión de prohibir la minería
Lo que se habla sobre la prohibición de la minería en Europa tiene su origen en la discusión de la ley MiCA (Markets in Crypto Assets). Este es un proyecto de vieja data que pretende regular al mercado de las criptomonedas en suelo europeo y que buscaría prohibir la minería de Prueba de Trabajo.
Esa posibilidad iba a ser discutida el lunes 28 de febrero, sin embargo, por presión de bitcoiners, la sesión fue suspendida, presuntamente, por petición de Stefan Berger, el político que impulsa la moción.
La discusión sobre ilegalizar la actividad minera fue incluida en la Ley MiCA por representantes de instituciones regulatorias de Suecia, que desde noviembre del año pasado han insistido en prohibir la minería por su presunto impacto ambiental, según reseñamos en CriptoNoticias.
Esa ley responde a un paquete de regulaciones que, según los políticos, busca darle un marco legal a los exchanges de bitcoin, los emisores de criptomonedas y las Ofertas Iniciales de Moneda (ICO, por sus siglas en inglés).
La presión de la comunidad hizo que se reanuden las conversaciones y negociaciones con los grupos del Parlamento Europeo sobre el tema de la minería, por lo que, hasta ahora, se desconoce cuándo vuelva a llamarse a la sesión.
No obstante, si la discusión se diese mañana y se aprobase la prohibición del procesamiento de la red Bitcoin en Europa, los hechos y los números dejan saber que el ecosistema prevalecerá y que ninguna ilegalización podrá frenar su impacto en el mundo, la sociedad y la economía.