Talento de Venezuela para el mundo
Villalobos incursionó en la radio desde joven. La pasión por esta desafiante rama le llevó a pulir sus herramientas en el área de los deportes y el entretenimiento. Más tarde se dedicó al área corporativa y asumió el desafío de dirigir una oficina de comunicaciones de enseñanza universitaria, labor que le ayudó a ampliar mucho más su diapasón creativo. También se entrenó como actor de doblaje, aspecto que se une a sus dotes de interpretación.
En 2014 se mudó a Estados Unidos, donde ha construido una sólida carrera como periodista y presentador de noticias. Como reveló a DIARIO LAS AMÉRICAS, “fue acá en Miami cuando empecé a hacer carrera en medios”. En 2019 presentó en Miami su obra teatral Radio Rock n Roll, un espectáculo diverso apoyado en comentarios y música. Asimismo, en el ámbito más personal, optó por seguir una dieta vegetariana, lo que define como “uno de los logros más grandes”.
¿Qué no ha hecho este inquieto venezolano? Pues lo que ahora prepara con ilusión, su programa Nos fuimos a barras.
De las noticias duras a un foro de empatía
Hace un año, Enmanuel Villalobos comenzó a buscar una vía de escape “a lo que había estado haciendo hasta ese momento, que era periodismo duro, político, económico”. Así el reportero, que trabajó para TV Venezuela, dio forma a su proyecto Nos fuimos a barras, que aún “no tenía nada que ver con temas de odio o lucha de minorías”.
Un comentario en las redes le ayudó a decidir el tono de su show. “A inicios de este año hice un repost de una publicación sobre la homofobia. A una persona no le gustó y me refuta el comentario. De alguna u otra forma se burla y dijo que estábamos normalizando una cuestión que no era aceptable”, constató Villalobos.
“Lo que me indignaba era la falta de humanidad en ese comentario. Allí decidí hacer el primer video, que de hecho no fue enmarcado en Nos fuimos a barras, porque nunca fue el concepto del programa”, explicó. Ese caso le movió tanto que le mostró el camino a seguir. “Dije: ‘esta es la causa por la que me quiero mover’. Decidí reformular todo”.
No obstante, puntualizó que “no estoy de acuerdo tampoco en que me tengas que aceptar porque sí, estoy de acuerdo con que existan diferencias de ideas. Si una religión o una creencia política te impide aceptar o no una preferencia sexual del otro, no tienes por qué aceptarla; puedes diferir, pero todo en base al respeto. No tengo por qué decirte que eres un pecador, que vas a ir al infierno, o agredirte físicamente porque mis ideologías religiosas no me permiten aceptar tu forma de amar”.
Villalobos puso un ejemplo contundente: “nada más hace falta abrir cinco minutos cualquier publicación de redes y te vas a encontrar al menos un comentario negativo. Eso habla mucho de lo que nos está faltando como humanidad. Nos está faltando empatía, respeto, simplemente ganas de amar al otro, ganas de creer que hay una deidad de amor indistintamente de la religión en la que creas. Hay carencia de humanidad en redes sociales o en los propios medios de comunicación, cuando lees comentarios en programas que se dedican a criticar a otros. Te das cuenta de lo vacíos que estamos como sociedad, y nadie sabe hacia dónde vamos con ello”.
Nos fuimos contra el odio
Nos fuimos a barras se estrena este 28 de febrero y tendrá frecuencia semanal, todos los lunes. Sin embargo, destacó que “todos los días en Instagram se está publicando contenido vinculado a estos temas. En Twitch el show no va a estar enfocado 100% en estos temas, aunque va a tener gran parte de este enfoque, para que la gente pueda divertirse, escuchar otras cosas mientras uno va trabajando en la educación”.
La idea del programa “es tener invitados hablando de múltiples temas. Queremos escuchar sus casos, cómo les va a ellos con el tema del ciberodio, cómo lo manejan, si son papás cómo trabajan la educación de sus hijos, si son creadores de contenido qué están haciendo para cambiar desde sus plataformas, pero también escuchar sobre sus vidas, sus experiencias, tampoco centrarnos en ser una iglesia en contra del odio”.
Sobre el nombre del programa, como se lee en un comunicado de prensa, es “un término usado en el lenguaje televisivo cuando se ha perdido la señal o cuando no hay imagen”. Villalobos será el presentador principal, en conjunto con distintos talentos, para “ver lo que está en tendencia y presentar nuevas caras”, y de este modo “mostrar que no es una sola persona que se está dando cuenta que realmente el mundo está necesitando amor”.
De hecho, hace poco lanzó un video musical de la parodia No se habla de odio, con letra y concepto suyos, y música de Javier Soto (nominado seis veces a los premios Grammy Latino). La canción se inspiró en el tema No se habla de Bruno de la película Encanto de Disney. En el video participan también la cantautora colombiana Daniela María y la actriz y cantante infantil Emilia Ávila, quienes son madre e hija en la vida real.
Su show en Twitch tendrá una estructura variada, a veces con invitados, expertos, videos o incluso solo, en el formato llamado Just Chatting. Según explicó el periodista, Twitch “es una plataforma que a pesar de tener bastante tiempo en el mercado, apenas está agarrando fuerza, porque era una plataforma para gamers, personas que se dedican a jugar y compartir sus juegos. Ahora está creciendo para otros contenidos”.
Como señaló en otra ocasión, “es un reto ser un Millenial hablándole a la Generación Z, Twitch está en crecimiento y cada vez más personas lo usan para consumir contenidos, es una ventana genial para generar cambios”. Además, su intención es llegar a públicos de diversas edades. “En las redes hago dos formatos, el periodístico, pero en otros reels me vas a ver bailando y buscando llegar a esa población que es la que nos va a relevar a nosotros”, subrayó.
Al mirar su proyecto a largo plazo, confesó que “quizás es una gota en el océano, pero de gota a gota se va llenando el vaso. Quizás no seré el mejor ejemplo a seguir pero muchos otros se irán sumando. La idea es simplemente callar cuando no tengamos cosas buenas que decir. No es mermar la libertad de expresión, uno no tiene que estar de acuerdo con todo, solo que el derecho a disentir tiene que estar basado en el respeto”.