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Permítanme reformular a León Tolstoi diciendo que todas las compañías felices se parecen entre sí, pero cada compañía infeliz es infeliz a su manera. La primera pregunta que surge de la afirmación anterior es ¿cómo diferenciaríamos una empresa feliz de una infeliz? Es simple. La primera es una organización en la que la gente está emocionada de trabajar y con la que trabajar. Sobre esto último, es mejor no decirlo. El hilo rojo que une a todas las empresas felices resulta ser un diseño astuto entretejido en todos los elementos del negocio.
Cuando escuchamos la palabra diseño, a menudo la asociamos con belleza y funcionalidad. Ya sea la interfaz de usuario dinámica del iPhone o la simplicidad de las notas Post-it. Estos productos resuelven una necesidad crítica del usuario mientras complacen los sentidos. En otras palabras, el diseño es una amalgama de ciencia y arte. La génesis de ese proceso comienza creando una forma deliberada a partir del desorden. Los diseñadores tienen la habilidad de ver patrones que otros a menudo pasan por alto. ¿Quién más se adentra en el caos constante? Esos somos nosotros, los emprendedores, ¿no? Eso significa construir una empresa increíble; deberíamos tomar prestada la perspectiva del diseñador.
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Aquí hay algunos consejos diferentes que los empresarios pueden aprender del método de trabajo del diseñador.
Adopte los principios de diseño
Cada vez que exploramos un tema nuevo, debemos comenzar con los principios. Podemos adoptar un concepto de diseño llamado CRAP, desarrollado por Robin Patricia Williams. Si alguna vez existió un acrónimo perfecto, sería este. Debe atravesar CRAP para construir una empresa exitosa desde cero.
- Contraste: Demasiada uniformidad engendra aburrimiento e improductividad. Los equipos innovadores, por lo tanto, fomentan las diferencias de opinión y la libertad de pensamiento. Las habilidades complementarias y los estilos contrastantes hacen que un grupo se eleve y brille. Por cierto, ¿encontraste esa línea cursi? Si respondió que sí, no se preocupe, ¡usted y yo aún podríamos formar un gran equipo basado en nuestras habilidades complementarias!
- Repetición: Aristóteles lo expresa mejor: “Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es realmente un acto, sino un hábito”. Para proyectar profesionalismo y lograr el dominio de sus habilidades empresariales básicas, los equipos deben practicar su oficio repetidamente. Detrás de cada producto exitoso, por ejemplo, hay horas y horas de pruebas de verificación y validación.
- Alineación: Una empresa perfectamente alineada es como una orquesta sinfónica bien compuesta. La perfección rara vez existe en la vida real. Pero no se puede negar que alinear todos los elementos de un negocio con su visión y propósito a largo plazo lo convierte en una estrategia ganadora. En una startup, los fundadores, empleados e inversores deben estar alineados con los objetivos.
- Proximidad: La proximidad es poder para las startups. Al igual que con quién te relacionas decide tu trayectoria de éxito, el ecosistema en el que existe una startup juega un papel crucial en su destino. El apoyo, los recursos compartidos y la transferencia eficiente de conocimientos constituyen un caso convincente de por qué las empresas inteligentes a menudo se ubican en el mismo lugar. La proximidad no se limita solo a ubicaciones geográficas. Por ejemplo, la mayoría de las interacciones sociales se trasladaron al ciberespacio en la era de la pandemia. La clave es adaptarse a los tiempos.
Los beneficios de editar
¿Cómo convertir un borrador en una obra maestra? Puliendo su estructura y composición. Del mismo modo, ¿cómo podemos mejorar nuestras imágenes para que se vean más profesionales? ¡Usando trucos de edición de fotos, por supuesto! Para lograr la perfección, los diseñadores refinan meticulosamente su trabajo para eliminar el desorden y mantener solo los elementos deseables. Las organizaciones también necesitan una limpieza regular de la casa para mantenerse saludables. Los elementos tóxicos que no se abordan pueden propagarse como el cáncer y afectar a toda la organización. Para evitar el desbordamiento, sea quirúrgicamente preciso en su edición. Adopta el mantra: “Sé pragmático con las adiciones y despiadado con las eliminaciones”. ¿Por qué despiadado?, te preguntarás. Las supresiones suelen ser más complicadas que las adiciones debido a la resistencia al cambio. Cuanto más hábilmente los manejes, menos dolor infligirás. Incluso un diamante necesita ser descascarillado para que brille. ¿El resultado de tanto trabajo? Una organización que funcione cohesivamente.
Maneje los comentarios como un campeón
Al principio de nuestros días de puesta en marcha en mi empresa, el equipo estaba formado por un grupo de científicos que pensaban que si podían escribir artículos de investigación, un plan de negocios debería ser un juego de niños. Imagine la mirada en nuestras caras mientras observábamos las líneas rojas que cubrían el 90 por ciento de nuestra obra maestra cuando buscábamos comentarios externos. A pesar de la picadura, esa retroalimentación obligó a nuestro equipo a hacer una introspección. Nos redimimos al ganar la competencia de planes de negocios más grande del mundo. Mirando hacia atrás, lo que parecía una afrenta a nuestras habilidades resultó ser lo que nos liberó de los confines del pensamiento grupal. Animar y recibir comentarios sinceros demuestra fortaleza, mientras que discernir qué conservar o desechar ejemplifica sabiduría. Transformar la retroalimentación en un resultado valioso sigue siendo una de las principales habilidades que tanto los diseñadores como los empresarios deben dominar; eso es lo que hace que sus creaciones sean aceptadas por el mercado.
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A medida que avanzamos en nuestro viaje hacia el método de trabajo del diseñador, podemos ver que las lecciones tanto para los diseñadores como para los empresarios comienzan a converger. Comencé este artículo mencionando empresas felices. Lo cierto es que la definición de felicidad es subjetiva. Independientemente de cómo lo defina, como su fundador, usted es el arquitecto del destino de su organización. Diséñalo bien si quieres llegar al destino correcto.
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