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El metaverso, los tokens NFT, los blockchains… Seguro que has oído hablar de estos términos en los últimos meses. El desarrollo de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial han traído nuevos universos digitales que exploran nuevas experiencias para los usuarios aficionados a este tipo de entornos. Ya son muchos sectores los que han utilizado el metaverso para sus respectivas actividades, y la industria de la moda es uno de ellos.
De forma aclaratoria, el metaverso es un entorno digital en el que los cibernautas pueden interactuar entre sí para realizar diferentes actividades, así como interaccionar con diversos objetos en los diferentes ambientes que estos mundos plantean. La clave de esta novedad es la integración entre la inteligencia artificial y la realidad aumentada; y las opciones para acceder a este universo son varias, como el teléfono o el ordenador.
El estallido del metaverso en el mundo de las marcas de ropa se produjo el año pasado, cuando múltiples firmas como algunas de alta costura, entre ellas Gucci o Louis Vuitton, hasta otras del plano cotidiano, como Zara, se hicieron eco de esta alternativa. Esta última lanzó su colección “AZ Collection” en colaboración con el grupo colectivo Ader Error en diciembre de 2021. Para ello, eligió el metaverso surcoreano Zepeto, un entorno digital para móviles que cuenta con más de dos millones usuarios diarios.
Las marcas de lujo también han querido participar en esta iniciativa y algunas como Ralph Lauren también han optado por Zepeto para presentar sus prendas. La empresa estadounidense ofreció el año pasado una selección de artículos vintage para el verano que, según la marca, tenían un valor de entre los 0,50 y los 2,80 dólares. Pero además de esto, la firma ha querido trasladar su realidad al mundo virtual y por ello, además de las colecciones, ha copiado el diseño de sus tiendas físicas en este universo así como el Ralph’s Coffee.
La ropa deportiva y el streetstyle no han querido quedarse sin la oportunidad de ofrecer sus productos en el metaverso y se han unido a esta nueva moda. Adidas es una de las marcas que lo ha hecho de forma más completa. La empresa alemana ha decidido colaborar con tres proyectos NFTs (token no fungible) y colaborar con la empresa de intercambio de criptomonedas, Coinbase. También ha comprado su propio terreno virtual, en lugar de confiar en otros como las anteriores, liderando así la estrategia digital del sector con una apuesta arriesgada.
La revolución del metaverso no sólo se ha quedado en el lanzamiento de campañas, los desfiles también se han transformado para tener presencia en el mundo digital. La “Crypto Fashion Week”, como indica la web, es “el evento principal que pone en formación los mundos de la moda y la cultura digital. Reunir una comunidad de vanguardia de diseñadores, practicantes de criptografía, artistas y entusiastas para una exploración de una semana de la moda digital impulsada por blockchain“. Esta primera semana de la moda digital tuvo lugar en febrero de 2021, inspirada en la célebre Met Gala de Nueva York.
Con todo esto, podemos prever un futuro firme para la unión del metaverso y la moda. Los analistas de la empresa financiera estadounidense, Morgan Stanley, apuntan que esta industria podría generar unos ingresos de 50.000 millones de dólares en el año 2030, convirtiendo a las ventas virtuales en un 10% de las totales: “Es probable que el metaverso tarde muchos años en desarrollarse, sin embargo, los NFT y los juegos sociales en línea son dos oportunidades a más corto plazo para las marcas de lujo“.
Ahora, la polémica se centra en los derechos de autor y la propiedad intelectual. En el terreno digital, este es un tema constantemente debatido y con opiniones de todo tipo. La última disputa ha tenido como protagonista a los NFTs de MetaBirkins, colección de 100 bolsos digitales del artista Mason Rothschild. La controversia se ha producido porque los diseños son muy parecidos al clásico Birkin de Hermès. La empresa de lujo francesa ha querido denunciar estos artículos pues, según declararon, infringen los derechos de marca comercial y de propiedad intelectual.