A MENOS DE un mes de la inauguración del nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Angeles (AIFA), han arreciado las preocupaciones acerca de los procedimientos para conectarlo con el actual Aeropuerto Internacional de la CdMx (AICM).
Fuera de si convino o no la cancelación del aeropuerto en Texcoco, la alarma de quienes conocen a fondo el problema del diseño del espacio aéreo es muy real y ha empeorado.
El director de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), Víctor Manuel Hernández, sigue controlando la discusión y decisiones al respecto.
El nuevo subsecretario de Transporte, Rogelio Jiménez Pons, como inmediato jerárquico del Seneam, tiene una verdadera papa caliente en su manos y de él depende empezar a enmendar los yerros de Hernández.
Aunque ya se han advertido los riesgos que tienen altos funcionarios de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, y de otros organismos, ninguno tiene conciencia de lo que puede suceder como resultado de la mala gestión del espacio aéreo.
“Cada vez suceden peores eventos, que nunca pensamos que pudieran ocurrir”, dicen muchos controladores y aún supervisores que no son del grupo de Hernández.
Por ejemplo:
1.- En la parte del diseño en Morelia, la ruta no está conectada con el procedimiento de llegada, por lo que la única manera real de aproximarse es el vuelo en condiciones visuales (si hay mal clima es imposible).
2.- Otro grave error del rediseño es que adicionaron espacios aéreos mayores al área terminal, sin haber comunicación confiable con las aeronaves en esos espacios que corresponden originalmente a otros centros de control, como por ejemplo, la parte norte de Puerto Vallarta y Guadalajara.
3.- También adicionaron al área terminal de México el control de aproximación del aeropuerto de Toluca durante el turno de la noche y debido a la falta de familiarización con los procedimientos de Toluca, por parte de los controladores de México, se cometen errores graves.
4.- En diversos horarios se cierran posiciones de control y se asigna la carga de trabajo a otros controladores, y muchas veces sin previo aviso.
5.- Otro error grave es tener dos aproximaciones al aeropuerto en la pista cinco (la de mayor utilización por el viento predominante), ya que se tiene una sola pista y el controlador de aproximación no tiene suficiente espacio para mover a las aeronaves en los últimos minutos de vuelo. Esta es la razón de que se hayan incrementado en forma significativa las aproximaciones fallidas.
Finalmente, expresa un controlador, “reporto una situación grave que ocurrió el 1 de febrero pasado: Había dos aeronaves en el espacio aéreo de aproximación Zihuatanejo, y como no hay suficientes controladores, le asignaron al centro de control México proveer el servicio de aproximación a pesar de que no se tiene la comunicación confiable en ese espacio aéreo”.
Estas dos aeronaves volando eran un Costera (Aeroméxico Connect) y un Volaris. Al no haber comunicación con ningún controlador, le llamaron a la torre de control y tampoco les escucharon.
El piloto de Costera (Connect) prosiguió con el procedimiento de falla de comunicaciones que marca la ley, esperando que la torre le diera instrucciones para aterrizar, cosa que no ocurrió por lo que la aeronave se fue al aire.
A falta de control de tráfico aéreo los dos pilotos de las aeronaves se pusieron de acuerdo y finalmente aterrizaron.
ALEJANDRO GERTZ MANERO está operando a todo lo que da para saltar el que sin duda es el elemento que definirá su permanencia en la Fiscalía General de la República o su defenestración del gobierno federal. Nos referimos al próximo pronunciamiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) respecto del caso de su familia política. El futuro del fiscal pende del voto que cada ministro dé en torno a la liberación o no de Alejandra Cuevas, hija de la que fuera pareja de su hermano Federico, Laura Morán. El proyecto de sentencia ya casi lo tiene listo Alberto Pérez Dayán. En el ínter, Gertz ha abierto carpetas para presionar desde al propio Pérez Dayán hasta el mismo Arturo Zaldívar, pasando por Luis María Aguilar, Margarita Ríos-Farjat y Alfredo Gutiérrez Ortiz-Mena, con gente de su entorno a los que se indaga o se indagó. Si Gertz consigue sacar su tema personal no habrá quien lo pare. Ni el propio Andrés Manuel López Obrador, y eso lo tiene muy claro ya el inquilino de Palacio Nacional.
SIGUEN PASANDO LAS semanas y el abogado Juan Collado no consigue la ansiada liberación que le prometió precisamente Alejandro Gertz Manero. El abogado del ex presidente Enrique Peña Nieto y de otros personajes de alto perfil político debió dejar el Reclusorio Norte en diciembre, pero todo se ha complicado. El acuerdo reparatorio consistió en devolver cerca de 2 mil millones de pesos depositados en el Banco de Andorra. Collado aceptó renunciar a ellos, pero corre por cuenta del gobierno de la 4T recuperarlos y ahí es donde la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que preside Jesús de la Fuente, y la Unidad de Inteligencia Financiera, de Pablo Gómez, se han topado con la resistencia de las autoridades de ese pequeño país al norte de España de entregárselos.
HAY QUIENES VIERON en la comida que Andrés Manuel López Obrador ofreció el martes, de manera oportuna y acomodaticia a Carlos Salazar, como un signo de debilidad y acercamiento con los empresarios frente a los embates que mantiene con diferentes sectores, particularmente con la prensa. Nada más alejado de la realidad. El Presidente tiene comiendo de la mano al Consejo Coordinador Empresarial y lo tendrá más sometido con Francisco Cervantes, quien lo asumirá el próximo 2 de marzo. El tabasqueño más bien está pavimentando el camino para persuadir a los hombres de negocios para que avalen la reforma que apuntalaría su proyecto de transformación: la energética.
OTRA EMPRESA QUE irremediablemente ya se puso en el radar de los inversionistas y acreedores es Unifin, la financiera de Rodrigo Lebois. Justo acaba de anunciar que saldrá a vender bonos locales para infundir tranquilidad. Y es que tras las insolvencias de AlphaCredit y Crédito Real, en el mercado se tiene la percepción de que Unifin es la que sigue. La compañía tiene vencimientos este año por 900 millones de dólares. Unos 450 millones son créditos bancarios. Ya empezó a negociar un refinanciamiento con Scotiabank que lleva Adrián Otero, Santander que comanda Héctor Grisi, Citi que capitanea Manuel Romo y CI Banco de Jorge Rangel de Alba. Otros 450 millones son bursatilizaciones.