WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) avanza con “negociaciones intensas” con el Gobierno para cerrar el nuevo acuerdo hacia un programa económico “realista, pragmático y creíble” que permita refinanciar la deuda por US$45.000 millones que tomó la administración de Mauricio Macri.
“Estamos involucrados muy cerca con las autoridades argentinas para llegar a un acuerdo técnico con el staff, que es el acuerdo completo con todos los detalles, todas las reformas, todo lo que tenemos en el acuerdo. Ahí es donde estamos. Estamos en intensas negociaciones”, dijo el flamante director para el Departamento del Hemisferio Occidental, Ilan Goldfajn.
“Este es un mundo virtual, así que muchas conversaciones son virtuales y se están llevando a cabo, se lo puedo garantizar, casi las 24 horas del día, los siete días de la semana. Una vez que tengamos el acuerdo técnico, lo enviaremos al Directorio. Ahí es donde estamos”, insistió.
Con apenas unos meses en su nuevo trabajo, Goldfajn se encuentra supervisando una de las negociaciones más complicadas en la historia del FMI. Las discusiones entre el staff y el ministro de Economía, Martín Guzmán, llevan ya más de dos años en busca de un programa económico que el Fondo pueda respaldar para refinanciar la deuda que tomó Macri con el acuerdo stand-by de 2018, criticado por el ala dura del Frente de Todos. El Fondo entró a la negociación con la idea de tejer un programa “sólido” que sirviera para encarrilar de una vez por todas a la economía argentina, y pusiera al país en una senda de crecimiento sustentable.
Dos años después, el staff del Fondo avanza con resignación a un programa “realista, pragmático y creíble”, la única alternativa viable para evitar que la Argentina caiga en default con el organismo. Analistas, expertos y exfuncionarios del Fondo creen que el futuro programa será insuficiente para resolver los problemas de fondo de la economía.
“Hemos dicho que es un programa realista, pragmático y creíble, un programa que puede ser propio de la Argentina en un sentido amplio”, insistió Goldfajn.
El economista brindó su panorama sobre la economía regional en una exposición virtual de una hora con el Consejo de las Américas. Goldfajn no brindó detalles nuevos del programa con la Argentina, pero si se explayó sobre problemas regionales que tocan al país, como la inflación, la necesidad de implementar reformas estructurales para mejorar el crecimiento de largo plazo y de impulsar la inversión privada.
“La inflación es un tema global”, dijo el economista al inicio de su exposición. “La inflación es un riesgo a nivel mundial, pero es más un riesgo a nivel regional debido a la historia de la inflación”, remarcó después.
Goldfajn elogió los reflejos de los bancos centrales de Colombia, Chile, México y Brasil que se movieron rápido para ajustar la política monetaria y evitar que la inflación empeore. La política monetaria ha sido precisamente un punto conflictivo en la negociación del nuevo programa con la Argentina. El Fondo quiere que el Banco Central suba la tasa de interés para llegar a tener tasas reales positivas y alentar, de esa forma, el ahorro en pesos, además de contener la suba de precios.
El economista también dijo que los países de la región deben regresar a un sendero fiscal sostenible, un ajuste que, reconoció, es difícil en la región por las repercusiones políticas. También dijo que los países deben mejorar el crecimiento de largo plazo de las economías, para lo cual es necesario implementar reformas estructurales, un déficit del nuevo programa que negocia la Argentina: ninguna de las reformas que el Fondo cree que el país necesita estarán incluidas en el nuevo acuerdo.
“Esto sigue siendo un desafío en la región, cómo mejorar el crecimiento potencial”, dijo.