A partir del 1° de marzo, muchos de los bancos que pagan jubilaciones y pensiones del sistema gestionado por la Anses volverán a pedir el trámite de fe de vida como requisito para acceder a los haberes mensuales. En todos los casos habrá opciones para cumplir con esa exigencia de manera no presencial. Se trata de una gestión que les era exigida a los prestatarios hasta principios de 2020; luego, se decidió su suspensión ante la llegada del Covid-19. Esa medida fue varias veces prorrogada y ahora, pese a que en septiembre de 2020 se anunció desde el Gobierno un plan que, según lo que se dijo entonces, evitaría volver a requerirla, estará de regreso, aunque no para la totalidad de los jubilados y pensionados.
Será así, claro, en caso de no mediar modificaciones normativas en los próximos días, porque por estas horas hay conversaciones sobre el tema entre entidades bancarias, el organismo previsional y otras áreas del Gobierno. De acuerdo con lo que está vigente hoy por hoy, la necesidad de dar fe de vida volverá por efecto de la resolución 277 de la Anses, emitida a fines de diciembre pasado. Esa norma prorroga la suspensión de la vigencia del trámite, de manera generalizada, hasta el día 28 de este mes, y establece que a partir de marzo “los agentes pagadores [es decir, los bancos] son los únicos responsables” de controlar que nadie perciba haberes jubilatorios ni prestaciones no contributivas correspondientes a personas fallecidas.
La cuestión provocó diferentes reacciones entre las entidades bancarias. En algunas de ellas hay malestar, según pudo constatar LA NACION, porque se considera que es el Estado el que debería procurar contar con la información de la muerte de beneficiarios, para garantizar que solo se hagan los pagos que correspondan. Al estar esa responsabilidad en cabeza de los bancos, las entidades deben hacerse cargo del monto de los eventuales pagos indebidos y, además, abonar multas. La mencionada resolución oficial aclara que el listado con fechas de defunciones que la Anses envía con frecuencia semanal a las entidades debe ser considerado solo “a título de colaboración”.
En al menos dos entidades, el Banco Provincia y el Banco de Córdoba (Bancor), se anunció que los jubilados que cobren allí ya no deberán hacer nada para la verificación de su supervivencia. En el Provincia, que paga alrededor de 1,17 millones de prestaciones del sistema nacional, dijeron a LA NACION que allí se tiene información de manera actualizada sobre los fallecimientos, por un acuerdo con el Renaper. Y en el caso del Bancor, la eliminación de la fe de vida para quienes residen en Córdoba se hizo porque, con un sistema local de registros digitales, “todas las defunciones quedan asentadas en plazos muy breves”, según explicó el ministro de Finanzas y exsecretario de Previsión Social de esa jurisdicción, Osvaldo Giordano, en Twitter. En medios locales, directivos del banco ratificaron que no volverá a pedirse el trámite.
Otros varios bancos, en tanto, están informando cuáles serán las modalidades habilitadas para quienes cobran a través de ellos. Consultados por LA NACION, referentes de algunas entidades señalaron que durante el período en el que el trámite estuvo suspendido no hubo mayores inconvenientes (es decir, no hubo una situación preocupante de pagos indebidos).
Cuando transcurría el primer año con suspensión del trámite, en septiembre de 2020, varios funcionarios del Gobierno anunciaron el lanzamiento de una plataforma digital de “hechos vitales” que, entre otros efectos y según se dijo en aquel momento, generaría que el requerimiento de acreditar la supervivencia quedara como cosa del pasado. Ahora, fuentes del Gobierno admiten que en algunos lugares del país hay demoras en la recepción de datos de los registros de fallecimientos de personas.
En aquel anuncio se consignaba que se simplificaría “la vida de millones de argentinos y argentinas, que además de no tener que dar más Fe de Vida para cobrar sus jubilaciones, podrán obtener partidas de nacimiento y defunción de forma digital”. Pese a ello, en la página oficial www.argentina.gob.ar se mantiene desde hace unos días una publicación dirigida a los jubilados, que indica: “Desde el 1° de marzo de 2022 vuelve a ser obligatoria la acreditación de fe de vida (supervivencia) para poder cobrar tus haberes”. Y se consigna también que los bancos deben ofrecer alternativas no presenciales. Esa publicación oficial se presta a confusiones: en rigor, y tal como confirmaron fuentes del Gobierno, la normativa de la Anses no impide que los bancos decidan no exigir el trámite, pero sí les marca las consecuencias que tendrán en caso de hacer pagos que no correspondan.
Mientras siguen las conversaciones, según afirmaron diferentes fuentes, varias entidades les están comunicando a los jubilados que tendrán que dar prueba de supervivencia todos los meses. Las alternativas a ir a la ventanilla de una sucursal varían según la entidad y las principales son:
*El uso de tarjetas asociadas a las cuentas (en algunos casos se indica que son válidas, a los efectos de la fe de vida, las operaciones hechas en algunos tipos de comercio en particular).
*La colocación de la huella digital en algún cajero habilitado para eso.
*El escaneo de una imagen del beneficiario, utilizando una app de la entidad bajada a un celular o una plataforma digital.
*La utilización de un tótem de la Anses con dispositivo de huella digital ubicado en una sucursal bancaria.
“El banco recibe con periodicidad semanal información, por parte de la Anses, sobre el fallecimiento de beneficiarios –explicaron fuentes del Supervielle-. No se cuenta con otro proveedor que brinde esas novedades”. En esa entidad explicaron que el trámite de fe de vida vuelve a ser necesario “por una normativa de la Anses, que regula el proceso de pagos”, y afirmaron que desde marzo de 2020 “no hubo ningún bloqueo o retención a cuentas de beneficiarios por no haber dado la fe de vida”.
El Supervielle, y otros bancos, como el Nación y el Macro, habilitaron el trámite de fe de vida a través de apps o el uso de plataformas digitales, con una modalidad que requiere mostrar una imagen del momento del beneficiario. En el caso del Banco Nación, la función de la app para el certificado de supervivencia implica hacer un escaneo del rostro del jubilado o pensionado. Y en el supuesto de utilizarse la tarjeta de débito, la compra debe hacerse (para que sirve como fe de vida) en cadenas de supermercados o de farmacias (porque se presume que allí se le pedirá el documento de identidad a quien abona). En cambio, si se utilizan tarjetas de crédito de esa entidad, la operación servirá en todos los casos como registro de supervivencia, según se informa en la página de la entidad.