La secretaria de Economía de México, Tatiana Clouthier llegó a Los Ángeles con una petición especial a la comunidad mexicana: “Pídanles a sus representantes ante la Cámara, que digan no al proyecto de ley ‘Build Better Back’”.
El cabildeo de la alta funcionaria mexicana, aunque inusual, es válido ante lo que se considera una amenaza grave contra el sector automotriz mexicano, ya que dicha ley busca otorgar incentivos fiscales de hasta 13.514 dólares a los compradores de autos eléctricos hechos en Estados Unidos, con componentes de EE.UU y por obreros y sindicatos estadounidenses.
“Esto pone en franca desventaja a la industria mexicana y en riesgo al menos 1 millón de empleos directamente y seis millones de manera indirecta”, dijo Clouthier durante una entrevista.
“La comunidad mexicana, que es muy amplia en Estados Unidos, podría ejercer su peso político y pedirles a sus legisladores que voten en contra de esta ley, debido a que afectará a millones de personas, que podrían verse obligadas a emigrar, si pierden sus empleos”.
Enfatizó que el gobierno mexicano no está en contra de los autos eléctricos. “Por el contrario, hay grandes inversiones en estados como Puebla y Jalisco e incluso algunas empresas tienen flotillas de vehículos eléctricos y hemos desarrollado diferentes iniciativas, en temas como las baterías con instituciones de Estados Unidos”.
Para nosotros, dijo la funcionaria, “la ley de referencia rompe con la equidad que buscaba precisamente el acuerdo comercial de Norteamérica. Y la pregunta es sencilla: ¿Nos consideran parte de Norteamérica o no? Compartimos con los canadienses el mismo rechazo”. La Organización Mundial de Comercio, la Unión Europea, Canadá y México han expresado ya su preocupación por esta propuesta de ley.
“La comunidad mexicana es muy importante en Estados Unidos y su rechazo a esta iniciativa podría ser tomado muy en cuenta por los senadores a la hora de ejercer su voto”, dijo Clouthier.
“Tal y como está planteada la iniciativa deja muchas dudas con relación al acuerdo comercial T-Mec, y lo que estamos solicitando, como socios comerciales que somos, es que se revise e incluya al bloque comercial de Norteamérica y que los autos de la región sean considerados como parte de la misma cadena productiva”.
“Queremos que la relación sea justa y equitativa. No se nos puede pedir el apoyo a temas como el de migración, mientras que por otro lado nos dan un golpe con esta iniciativa”.
Aseguró que tanto la Organización Mundial de Comercio, la Unión Europea, Canadá y México han llegado a la conclusión de que esta medida es discriminatoria y podría corregirse de manera que fuera más incluyente.
En otros temas, la funcionaria dijo que las remesas enviadas desde Estados Unidos juegan un papel de gran importancia en la economía de millones de familias y destacó que pronto se podrían dar a conocer algunas iniciativas que ayuden a invertir esos recursos.
Rechazó la idea de que el período actual ha sido un sexenio perdido en materia económica. Reconoció que la inflación ha golpeado no solo a México, sino a casi todos los países del mundo a raíz de la ruptura de las cadenas productivas.
Dijo que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho grandes esfuerzos para elevar el nivel de vida de los trabajadores mexicanos y rechazó que los incrementos salariales que han ocurrido en el territorio mexicano, sea producto de la presión de los sindicatos de Estados Unidos. “El gobierno actual, desde el principio se ha planteado hacer esfuerzos para sacar de la pobreza a la mayor cantidad posible de mexicanos”.
Agregó que lo primero que hizo fue elevar el salario mínimo en las zonas fronterizas, y luego en el resto del territorio nacional. “Por eso, cuando se negoció el T-MEC, el tema salarial ya era una política pública del presidente López Obrador”.