En el mundo actual se aprecia un aumento de grupos que persiguen ciertas creencias que los llevan a adoptar un estilo de vida “diferente”, entre ellos el veganismo, que va más allá de la simple alimentación.
El enfoque de los seguidores de esta cultura es no ser crueles ni con los animales ni con el resto del medio ambiente. Aunque su visión abarca prácticamente todas las áreas, la que parece impactar más es el no consumo de nada que provenga de animal, por lo que es normal que esto mismo se promueva a las nuevas generaciones, desde la niñez. Pero aquí es donde surge la pregunta: ¿los niños pueden ser veganos? La respuesta es sí y no.
“Una de las grandes discusiones que gira alrededor de la alimentación vegana es que los padres alimenten de la misma forma a sus hijos y desde muy pequeños. La OMS, al igual que las sociedades de pediatría a nivel mundial y local, recomiendan los primeros seis meses de vida de los niños, que se alimenten de forma exclusiva con leche materna y esto se pueda extender hasta los dos años de edad o más, junto a otros alimentos variados, manteniendo un equilibro, evitando la sal y el azúcar”, explica la nutrióloga pediátrica Bianni de los Santos.
La explicación de la especialista nos deja en claro entonces que, durante esta etapa, la población infantil no puede ser parte activa del veganismo, esto si se ve desde el punto de vista literal del no consumir nada que venga del animal, aunque si se ve desde el concepto amplio de no crueldad, el asunto toma otro matiz que sí alcanzaría la lógica dentro de este modo de vivir.
“La leche materna es de origen animal, no puede ser reemplazada por ninguna leche vegetal, por lo tanto, ningún niño debería ser vegano antes de los dos años de edad. Además, en la infancia el cuerpo tiene requerimientos nutricionales específicos que necesitan ser cubiertos para lograr un crecimiento y desarrollo adecuado, por lo que una dieta vegana debe seguirse de manera informada y tomando todas las precauciones posibles para mantener una apropiada nutrición. En este aspecto, si los padres quieren que sus hijos sigan la misma dieta vegana, deben recibir orientación médica para que el niño no presente deficiencias nutricionales”, explica la doctora.
Proteínas imprescindibles en la etapa del desarrollo
Para la también nutrióloga clínica Bianni de los Santos, algunos de los elementos que necesitan los niños y adolescentes para tener un correcto desarrollo solo se encuentran en fuentes de origen animal, tales como los ácidos grasos, Omega 3 (proveniente del pescado), una cantidad suficiente de proteína animal, y vitaminas como B12, hierro y zinc, que suelen no estar presentes en dietas veganas. “Después de los dos años de edad, los niños podrían ser veganos, siempre que se cubran todos estos requerimientos nutricionales”.
Dice también, junto a otras sugerencias de alimentación saludable y poniendo especial énfasis en la orientación médica, que si la decisión de los padres es que sus hijos mantengan una dieta que no incluya carne, el pediatra o nutriólogo recomienda que los niños sigan una dieta que incluya tres proteínas de origen animal básicas. “En general, es más saludable para un niño ser ovo-lácteo-pesco-vegetariano”, es decir, que tome suficiente leche, que coma huevo y que coma pescado, más verduras, frutas y carbohidratos”.
Antes de los dos años de edad, los niños no deben ser veganos dado que no pueden prescindir de la leche materna u otra fórmula de origen animal, resalta la doctora; mientras explica que, en caso de no existir lactancia natural, y a partir de los dos años en adelante, cualquier cambio drástico en la dieta de los pequeños debe ser supervisado y orientado por un profesional. “Lo recomendado es que sigan una dieta rica en lácteos, huevo y exista un equilibrio”, concluye la doctora.