MOSCÚ (AP) — El presidente de Ucrania restó importancia a las advertencias de una posible invasión rusa en cuestión de días y dijo que aún no ha visto pruebas convincentes, a pesar de que un funcionario estadounidense advirtió el domingo de más tropas rusas acercándose a las fronteras ucranianas y mientras algunas aerolíneas cancelaron o desviaron vuelos allí.
Por su parte, la Casa Blanca dijo que el presidente Joe Biden hablaría más tarde ese día con el mandatario ucraniano Volodymyr Zelenskyy.
Los llamados de Zelenskyy a la calma mientras las fuerzas rusas rodean a Ucrania por tres lados en lo que Moscú insiste en que son ejercicios militares, aumentaron este fin de semana hasta cuestionar las estridentes advertencias de funcionarios de Estados Unidos en los últimos días que Rusia podría invadir tan pronto como a mediados de semana.
La información de inteligencia indica que Rusia está considerando el miércoles como una fecha objetivo, declaró un funcionario estadounidense al tanto del tema. La persona, que no estaba autorizada a hablar públicamente y lo hizo bajo condición de anonimato, no dijo qué tan definitiva era dicha información de inteligencia.
“No le vamos a dar a Rusia la oportunidad de llevar a cabo una sorpresa aquí, de lanzar algo sobre Ucrania o el mundo”, dijo a CNN el domingo Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional. También el sábado Sullivan, advirtió que la inteligencia estadounidense mostraba que una invasión rusa podría comenzar en unos días.
Estados Unidos no ha hecho pública la evidencia sobre dichas amenazas.
Los rusos han desplegado fuerzas de misiles, aéreas, navales y de operaciones especiales, así como suministros para sostener una invasión.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, dijo el domingo que Rusia tenía más de 100.000 soldados a lo largo de las fronteras de Ucrania, “y de hecho, en los últimos días, incluso más”.
Por otra parte, algunas aerolíneas han cancelado o desviado vuelos a Ucrania ante los crecientes temores de una inminente invasión rusa.
En una llamada de una hora el sábado con el mandatario ruso, Vladimir Putin, el presidente Biden dijo que invadir Ucrania causaría “sufrimiento humano generalizado” y que Occidente estaba comprometido con la diplomacia para poner fin a la crisis, pero “igualmente preparado para otros escenarios”, informó la Casa Blanca. Washington no ofreció ninguna sugerencia de que la llamada disminuyera la amenaza de una guerra inminente en Europa.
Rusia niega tener la intención de invadir, pero ha concentrado más de 100.000 soldados cerca de la frontera con Ucrania y ha enviado tropas a ejercicios en la vecina Bielorrusia. Funcionarios estadounidenses dicen que la acumulación de poder militar ruso ha llegado al punto en que Rusia podría invadir con poca antelación.
La aerolínea holandesa KLM canceló vuelos a Ucrania hasta nuevo aviso, dijo la compañía el sábado.
La sensibilidad holandesa al peligro potencial en el espacio aéreo ucraniano es alta tras el derribo en 2014 de un avión de pasajeros de Malasia sobre un área del este de Ucrania en manos de rebeldes respaldados por Rusia. Las 298 personas murieron a bordo, incluidos 198 ciudadanos holandeses.
La aerolínea chárter ucraniana SkyUp dijo el domingo que su vuelo de Madeira, Portugal, a Kiev fue desviado a la capital de Moldavia, Chisinau, después de que el arrendador irlandés del avión prohibió los vuelos en el espacio aéreo ucraniano.
El portavoz presidencial de Ucrania, Serhii Nykyforov, dijo a The Associated Press que el país no ha cerrado su espacio aéreo. El Ministerio de Infraestructura dijo en un comunicado que “algunos operadores están experimentando dificultades asociadas con las fluctuaciones en los mercados de seguros”.
La llamada entre Putin y Biden —luego de una llamada entre el líder ruso y el presidente francés Emmanuel Macron ese mismo día— se produjo en un momento crítico de lo que se ha convertido en la mayor crisis de seguridad entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría. Funcionarios de Estados Unidos creen que apenas hay días para evitar una invasión.