Hablar sobre el medio ambiente es una práctica que se ha dado con más frecuencia en los últimos años. Sin embargo, la lucha por revertir o reducir el daño ambiental tiene más de 20 años y hasta el momento no se ven acciones a gran escala para lograr reducir el impacto ambiental. Por el contrario, el consumismo sigue fortaleciéndose en la población. Entonces nos preguntamos, ¿cómo lograr que la población tenga una verdadera consciencia ambiental?
Entrevistamos a Joaquín Fargas, expositor principal del Open Day de la Universidad de Ingeniería y Tecnológica (UTEC), quien a su vez es ingeniero industrial y artista, además de haber sido Exdirector Ejecutivo de la Red de Popularización de Ciencia y Tecnología para América Latina y el Caribe de la UNESCO y nos revela qué es eso que le falta a las personas para tomar una consciencia ambiental real. La respuesta estaría en el trabajo conjunto de la ciencia (tecnología), el arte y la naturaleza.
¿Cuál es el pronóstico ambiental para Perú y países vecinos?
Hemos tomado conciencia de lo que sucede en el país y alrededores, pero no debemos estancarnos en esa etapa porque mientras discutimos qué hacer nos damos cuenta que ya han pasado 30 años en acuerdos y desacuerdos, pero poca acción. No debemos esperar a que sea tarde.
Antes las personas solo se indignaban pero no había más, algunos se enteraban del tema por el ‘boca a boca’. Las empresas podían hacer derrames y nadie hacía caso. Ahora, este tipo de accionar es noticia porque cuando algún daño ambiental sucede la gente se involucra. Llegamos a un punto de inflexión, logrando una toma de conciencia y a partir de ello hay una posibilidad para actuar.
Entonces ¿Qué es lo que nos falta para iniciar?
Tomar acciones desde nuestra casa hacia afuera. Si ya somos concientes del impacto ambiental que generamos, es momento de hacer un autoanálisis y dejar de preguntarnos quiénes son los que contaminan, sino preguntarnos ¿quiénes consumen aquello que contamina? La respuesta es nosotros mismos. Pero inmediatamente debe de venir la pregunta ¿qué hacemos en nuestras casas para producir un cambio, sabiendo que contaminamos?
Necesitamos actuar, averiguar e involucrarnos más. No es necesario dejar de lado nuestra comodidad, por el contrario, hay formas de ayudar al medioambiente desde ahi, como el uso eficiente de energía y lo aplicamos al apagar la luz que no necesitamos, al desconectar los electrodomésticos que no están en uso. Al abrir las ventanas y aprovechar la luz del sol.
¿Qué tan útil han sido las redes sociales para el medio ambiente?
Las redes sociales están democratizando la situación a favor del ambiente. Los líderes de opinión e influencers informan a sus seguidores de lo que pasa y rápidamente un gran porcentaje del país puede saber lo que está pasando en tiempo real.
Es importante que hayan líderes, pero es más importante que hayas líderes bien informados y que puedan plantear posibles soluciones. Están también los extremismos que son malos.
Uno tiene que venir con una alternativa de solución, predicar con el ejemplo y ser concientes del impacto que generan.
¿Cómo hacer para que el tema ambiental no se vuelva cliché?
Es importante el conocimiento, la investigación y la capacidad de transformar. Si tenemos la información y no tenemos la capacidad de transformar e imaginar alternativas frente al uso tradicional, esa información se convierte en simples datos.
Tenemos tanta información sobre el cambio climático y como ya sabemos que hay problemas, simplemente queremos “vivir nuestra vida”.
Es por eso que creo en el arte, creo en lo útil que es para abordar estas problemáticas porque nos cambia totalmente el ángulo. Con el arte en vez de ir y apelar a la razón uno apela a los sentimientos y las sensaciones. Es preferible llegar al corazón porque probablemente tengamos una reacción más rápida en comparación a aquello que se razona. Con el corazón sientes y quieres un cambio.
PROYECTO BIOSFERA
Joaquín Fargas ha desarrollado un ecosistema propio dentro de una esfera de vidrio.
¿Cómo puede ayudarnos esta esfera a comprender la situación ambiental?
Se trata de un proyecto artístico, denominado “Proyecto Biosfera”, el cual permite dar una perspectiva distinta de la situación del planeta, llegar al sentimiento de las personas y hacer que estas amplien su razonamiento.
Así como nosotros vemos ese pequeño mundo de cristal, es como deberíamos de ver nuestro planeta.
En vez de dar clases de cómo funciona el mundo, el objetivo y cuestión debería ser cómo hacen para sobrevivir los seres vivos y sacar oxígeno dentro de esa esfera. Es ahí donde uno entiende cómo es que en realidad funciona el mundo.
Si esta esfera de vidrio se rompe, puede haber otra oportunidad de vida para la planta que creció dentro, se le puede trasladar a otra esfera cerrada y listo, pero si se rompe nuestro mundo, no hay una segunda oportunidad porque es el único que tenemos.
Vivimos en un mundo frágil, los seres humanos somos frágiles y COVID-19 nos lo ha demostrado.
¿Qué otros factores contaminantes hay?
El consumismo es uno de los factores que se replica en casi todos los continentes. Los países desarrollados vienen con esa cultura consumista incorporada y los países en desarrollo lo adoptamos. Se crea esa “necesidad” de estar siempre al día con lo último.
En varias cumbres de sostenibilidad los países avanzados indican un compromiso para “reducir un poco el consumo”, pero no sé si lo hacen.
La superpoblación es otro tema del que casi nadie habla. Lamentablemente el consumismo entra ahí y se termina mercantilizando la vida.
Debemos de cambiar el chip y pensar más en el beneficio ambiental que en el beneficio económico.
Hasta el momento, el ingeniero ha desarrollado diversos robots, uno de ellos es Glaciator, el cual tiene como función transformar la nieve en hielo. Según Fargas el proyecto logró demostrar que puede ayudar al futuro y fue probado en la Antártida de forma exitosa.
“Si yo vengo de ese viaje y no produczco un efecto multiplicador […] esto terminó siendo un crucero de lujo para un gupo de privilegidos”, afirma.
El inventor espera que este proyecto sirva como base para generaciones futuras y así acelerar el proceso de la nieve para su conversión glaciar.
Otro de sus proyecto es el Rabdomante, la Utopía del Agua, este robot almacena energía solar y capta agua de la atmósfera para su reutilización, aún estando en uno de los lugares más desérticos del mundo como es el desierto de Atacama en Chile.
SEGUIR LEYENDO