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“Habrá que buscar nuevas formas de medir el aprendizaje y el esfuerzo de los estudiantes”
Pau Garcia-Milà, emprendedor, cofundador y CEO de Founderz, una escuela online de emprendimiento, y profesor de ESADE, inició hace un año un espacio en Tik-Tok llamado ‘En 1 minuto’, donde en 60 segundos explica nuevas tecnologías y sus aplicaciones. En uno de esos vídeos contaba, para delicia de estudiantes remolones, cómo hacer un trabajo “de cualquier tema” en un minuto gracias a la Inteligencia Artificial. ¿Cómo? Pues gracias a tecnologías como la de openai.com. Un programa que, a partir de una pequeña introducción sobre el tema en cuestión, desarrolla todo un escrito sobre el asunto con tal habilidad que incluso pasa la prueba de programas que detectan si ese texto es un plagio.
¿Qué pretendía con este vídeo?
En primer lugar dar visibilidad a openai, una tecnología que existe desde hace un año y que desde hace 3 meses ya está al alcance de cualquiera. Te puedes crear una cuenta gratis y tienes acceso libre durante un tiempo. Luego igual cobran 5 o 6 céntimos por generar un trabajo. Quería enseñar hasta qué punto la inteligencia artificial puede suponer un cambio de paradigma. Y el ejemplo del vídeo está en español, con lo que aprovecha menos del 1% del potencial de openai porque el 99% de su ‘playground’ está en inglés. Si se usa el inglés, el resultado es espectacular, exponencialmente mejor.
Concluía diciendo que los trabajos que encargan los profesores no tienen sentido.
Sí. Con estas nuevas tecnologías será difícil comprobar si detrás de un trabajo hay o no esfuerzo del alumno. Alguno dirá que esto de copiar o de pedir que alguien te haga un trabajo ha existido siempre. Pero es que ahora lo tienes en 30 segundos y sin pedir nada a nadie, es muy goloso. Ahora los profesores aún podrían detectarlo porque la máquina a veces escribe tonterías, pero dentro de dos o tres años no van a poder saber quién ha escrito ese trabajo. En ese momento tendremos un problema en la educación porque el modelo de encargar un trabajo para hacer en casa y luego revisarlo va a dejar de ser válido. Habrá los chavales que harán un esfuerzo por aprender y habrá los que sucumban a la tentación de dejar que una máquina lo haga en 30 segundos. Si nosotros en nuestra época hubiéramos tenido un artilugio que en tres clics nos hubiera hecho el trabajo, ¿no lo habríamos usado, por muy responsables que fuéramos? Yo creo que sí.
Yo intento avanzarme a esto y apuntar que igual no tiene mucho sentido este modelo y el aprendizaje y el esfuerzo, que es el objetivo de mandar un trabajo a casa, deberíamos buscar otras formas de medirlo. Esta tecnología está en pañales aún. En pocos años habrá avanzado infinitamente más. Me pregunto cómo mis hijos van a demostrar el esfuerzo y el aprendizaje porque de la forma en que nosotros lo hacíamos no tendrá mucho sentido.
Esto va a implicar un cambio en el modelo educativo y cuanto antes nos pongamos las pilas para usar las nuevas tecnologías en pro de la educación de los niños, y no dejando que sean los más avispados los que hagan trampas, mejor.
¿Qué ‘feedback’ tuvo de este vídeo?
Desde alumnos, sobre todo de universitarios y bachillerato, que me decían que lo iban a probar, a profesores que me decían que por qué lo había enseñado, que ahora los alumnos lo usarían. Yo les decía que esto no lo he creado yo, solo lo he visibilizado, e igual algunos estudiantes ya lo saben. Por tanto, prefiero que los profes también lo sepan y que se activen mecanismos para trabajar con la tecnología a favor y no con la tecnología en contra. También tuve ‘feedback’ de que en español la máquina es un poco tonta.
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¿Tecnologías como esta pueden ser el revulsivo final para cambiar el modelo educativo?
Esta es una de las muchas tecnologías que va a cambiar el modelo. En mi época apareció ‘El Rincón del Vago’, donde copiabas trabajos, luego la Wikipedia, que era cortar y pegar. Esto es distinto. Es una máquina que no copia, sino que interpreta y escribe como nosotros lo haríamos. Hace el esfuerzo por nosotros, con lo cual no aprendemos absolutamente nada. Y este es el problema. Que estamos desnudos. Por ello es urgente aplicar estas tecnologías a la docencia, para que estén a favor de la educación y no en contra.