Esta semana no ha pasado nada importante, así que voy a hablar de Eurovisión y del Benidorm Fest. Lo de Fest me encanta, ya saben, aunque la mona se vista de seda, casposa se queda. Pero primero voy a hablar de esas cosillas poco importantes.
Se ha aprobado en el Parlamento la primera reforma laboral de la democracia en la que los trabajadores ganan derechos. Además, es la primera en 40 años que lo hace con consenso de empresarios y trabajadores. Y ya está dando sus frutos con récord de contratos indefinidos. Qué penica Vox, Esquerra y el PP. También hemos visto una victoria por mayoría absoluta de la socialdemocracia en el país con el que compartimos nuestra mayor frontera. El resultado del partido comunista y del Bloco es un buen aviso para navegantes tacticistas. Entre esto y Alemania, parece que la socialdemocracia vuelve a pintar en Europa. Y además parece que le va mejor cuando se hace socialdemócrata de verdad y se preocupa del empleo y la redistribución. En el tema del gas tenemos una aparente disminución de la tensión en la frontera ucraniana. A mí me da que no habrá guerra, pero las armas las carga el diablo, ¿quién sabe? Por otro lado, hemos visto que España ha reabierto su gasoducto con Marruecos para enviar gas, nosotros a ellos. No sé si es una solemne estupidez o una jugada geopolítica maestra. Si vuelven a portarse mal, siempre podemos hacer como Putin y cerrar el grifo. Entretanto la UE ha declarado energías verdes al gas y a la nuclear. Como si quieren llamarlas arco iris. El gas produce CO2 y la energía nuclear residuos radioactivos que solo duran unos miles de años. Y además ambos son importados, con lo cual no solo contaminamos, sino que también seguimos dependiendo de otros. Lo del PP haciendo el ridículo en Europa al criticar el reparto de los fondos de la UE, es de esta semana y de todas las demás.
Para acabar tendré que comentar los dos espectáculos de la semana. El asalto al Lorcapitolio ha sido algo así como lo de Trump en Washington, pero con menos glamour. En lugar de cabezas de bisonte llevaban cabezas de cerdo, en realidad de criadores de cerdos. Viendo esto se entiende mejor lo del Mar Menor. Y en cuanto a Eurovisión y a falta de espacio, una propuesta de consenso. Pongan a Ayuso a tocar la pandereta, a Lambán a enseñar la teta y a Feijóo a perrear con el Boom boom. No ganaremos, pero los dejaremos con la boca abierta.