Más allá de la tendencia de las mini neveras cosméticas, corre la leyenda de que congelar cremas y cosméticos es lo mejor que puedes hacer por tu piel. Y cuidado, porque no todas las leyendas están en lo cierto. Pero vamos a desmontar este mito o mas bien, entender qué hacer y qué no, con ciencia.
Más concretamente, con la ciencia que divulga Raquel Marcos Esteban, doctora en química y divulgadora científica, en su libro ‘Belleza con ciencia’, un tratado sobre todo lo que nadie te cuenta sobre tus cosméticos que toda adicta de la belleza debería tener en su estantería.
Sobre congelar los cosméticos, Raquel Marcos pone un ejemplo claro que quizás te haga visualizar mejor lo que ocurre con tus cremas cuando haces esto: “imagina que estás en la cocina y decides hacer un puré de verduras. Para que quede una mezcla homogénea en el momento y sin grumos, añades un poco más de caldo. Como te sobra, lo guardas en la nevera, pero te olvida y pasa más tiempo del esperado. ¿Qué ocurre con el paso de los días? Que las fases se separan. Algo similar sucede en los cosméticos cuando se someten a un cambio de temperatura”.
Y es que, tal y como explica, una emulsión no es más que la unión de dos fases inmiscibles mediante emulsionantes que ayudan a crear una mezcla homogénea. Más o menos como tu puré. Esta mezcla permanece estable a una temperatura y humedad determinada pero todo cambia si varías esto último.
Todo cosmético se somete a un test de estabilidad. Eso significa que el producto se ve sometido a temperaturas entorno a los 40 grados durante un tiempo determinado. Si es estable, se podrá almacenarse entre 2 y 5 años en un lugar seco y con una temperatura de unos 25 grados, estando el producto cerrado.
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Ahora bien, con las temperaturas más bajas, la cosa cambia. Y es que se ha observado que tras congelar los cosméticos, se observa la cristalización de los ingredientes y cada uno actuará después a su manera. Así lo explica la experta en el libro: “lo primero que sucede es una expansión, ya que el agua cuando se congela ocupa un mayor volumen a la inicial. Cuando guardamos un cosmético durante un tiempo prolongado en frío, las fases oleosa y acuosa se separan, se puede perder la homogeneidad de la fórmula y con ello, sus propiedades”.
¿Se puede congelar el maquillaje?
Marcos también aborda el tema de la congelación de barras de labios y maquillajes en formato stick. ¿Qué sucede cuando varía la temperatura? Pues tal y como explica, el producto “suda”. Es decir, aparecen gotículas en la superficie. Un proceso que se conoce como sinéresis.
Los esmaltes de uñas en la nevera… ¿sí o no?
Si eres de las que escuchó las campanas de que guardar los esmaltes de uñas en la nevera hacía que durasen más, no estás del todo desencaminada. Pero hablemos con propiedad y entendamos qué sucede cuando haces esto.
“El objetivo es que el disolvente no se evapore. Realmente, lo ques efectivo no solo es guardar los esmaltes en una zona fría, un lugar fresco en casa suele ser suficiente, sino boca abajo y con el envase bien cerrado. Con esto evitamos que la evaporación del disolvente sea mucho más lenta”, explica la experta. Así que igual no hace falta que ocupes el espacio de tu nevera para la mayonesa, con tus pintauñas…
¿Qué sucede cuando se evapora el disolvente?
En los esmaltes en los que el disolvente se ha evaporado, el pigmento no tendrá una textura uniforme. Y si alguna vez te ha pasado, que el color no está uniforme, hay grumos… es hora de decirle adiós. “Una evaporación del disolvente produce un cambio en la textura del producto y, además, fomenta la sedimentación de partículas como los pigmentos que suelen estar dispersas en la fórmula”, dice Raquel.
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¿Qué productos podemos guardar entonces en la nevera?
Sí, hay algunas cosas que se benefician del frío del frigorífico. Además de los pintauñas (recuerda, mejor boca abajo), también los perfumes, que si están en zonas muy cálidas tienden a evaporarse -su ingrediente principal suele ser el alcohol-. También algunos cosméticos como los geles para las piernas cansadas, que con el frío ven potenciado su efecto y sensación de frescor, serán óptimos para guardar en el frigo.
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Guardar el sérum facial en la nevera
Si piensas que tu sérum será eterno metiéndolo en la nevera, no es así. Sí, durará más, pero no evitará que termine oxidándose, sobre todo si es un sérum de vitamina C pura. Raquel lo explica así: “un efecto que puede tener el frío en una reación química es que esta se produzca de manera más lenta. Algo que ocurre con los sérums de vitamina C pura y que tienden a oxidarse. Su almacenaje en una zona fría y lejos de la luz solar hará que estas reacciones de oxidación se ralenticen, pero no evitará que ocurran.” Vamos, que le alargarás su vida útil.
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