Nuevo año, ¿nueva alimentación? Durante el inicio de cada año, la gente suele establecer los propósitos que planea cumplir durante los próximos meses y la nutrición suele ser un tema común que se incluye en las metas de este tipo.
Con la tendencia que existe para tener una alimentación más saludable, que proteja también a los animales, dejar de comer carne se ha convertido en un propósito más frecuente que antes entre la población.
Pero hacer este cambio conlleva implicaciones que hay que tomar en cuenta para poder cuidar la salud.
Tan solo en 2017, cuando aún no se hablaba tanto del veganismo –que excluye todos los productos de origen animal de la dieta– México se posicionó como el país con más vegetarianos en Latinoamérica, de acuerdo a la organización Igualdad Animal.
Ana Paola Pietrasanta Torres, de 17 años y quien reside en Cancún, Quintana Roo, decidió excluir este alimento de su dieta. Dejó de consumir carne y todo tipo de productos de origen animal hace cuatro años, cuando asistió a un evento de veganismo en el que se impartieron pláticas y cursos sobre este tipo de alimentación y estilo de vida.
“Empecé a investigar del tema. Además de que ayudas a los animales y dejas de contribuir al maltrato animal, le hace mucho bien a tu cuerpo el dejar la carne”, explica en entrevista con La-Lista.
Antes de cambiar su alimentación, su dieta consistía en gran medida de carne de res o pollo y otros productos de origen animal como los lácteos. Desde que dejó de consumirlo, comenzó a notar cambios en su cuerpo, piel y en la manera en la que se sentía.
“Vi un cambio en mi cuerpo y en mi piel al dejar de consumir carne. Noté que mi digestión había mejorado mucho, así como mi cabello, la piel más hidratada y me sentía más ligera, no te sientes pesada después de comer, te sientes bien”, recalca.
¿Por qué dejar la carne?
La nutrióloga Katya Rodríguez de la Fuente, egresada de la Escuela de Dietética y Nutrición del ISSSTE, explica que el dejar de comer carne puede generar beneficios para la gente que tiene dificultades para digerir este alimento. Además, explicó que la carne procesada puede tener vínculos con enfermedades como el cáncer, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según el informe compartido por la OMS, cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%. Además, los expertos clasificaron el consumo de carne roja como probablemente carcinógeno para los humanos.
De acuerdo a la experta, un consumo excesivo de carne roja puede generar problemas del corazón e hipertensión arterial.
Un estudio publicado por el American Journal of Clinical Nutrition en 2016, en el que se analizaron las dietas de más de 26 mil hombres durante casi ocho años, arrojó que las dietas veganas las dietas veganas mostraron una asociación protectora estadísticamente significativa con el riesgo de cáncer de próstata.
Por otro lado, el aspecto del cuidado del medio ambiente y de los animales también forma parte de las razones principales por las que la gente decide dejar de consumir carne.
“La carne industrial tiene un elevado coste ambiental. No solo acelera el cambio climático, sino también la pérdida de biodiversidad o la contaminación de ese recurso cada vez más escaso y preciado que es el agua”, dijo en un artículo Luís Ferreirim, responsable de la campaña de agricultura de Greenpeace España.
La organización sostiene que la huella ecológica de la producción y consumo de carne y otros derivados de animales en los países desarrollados es responsable en gran parte de la crisis climática que vivimos.
Además, el 14.5% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial proceden directamente de la ganadería, señala Greenpeace. Asimismo, el 80% de la deforestación de la Amazonia se atribuye a la actividad ganadera.
En cuanto al maltrato animal, “todo el modelo de ganadería industrial se basa en un principio básico: alimentar y sacrificar a los animales lo más rápidamente posible y bajo cualquier condición para maximizar los beneficios“, dice la organización ambiental.
Y a esto se suma el tema del agua, ya que para producir 1 kg de filete de ternera son necesarios 15 mil litros de agua, mientras que para producir 1 kg de trigo hacen falta mil 300 litros o 131 para 1 kg de zanahorias.
¿Cómo dejar la carne roja?
Rodríguez de la Fuente recomienda a quienes buscan dejar de consumir carne no hacerlo de manera inmediata, sino poco a poco. “No es dejarla de un día para otro, es irla dejando lentamente. Por ejemplo, si la comía tres veces a la semana, hay que comerla tal vez dos veces o solo un día”, explica.
Quienes deciden dejar de consumirla de un día para otro podrían presentar deficiencias que llevaría a que la persona necesite suplementarse. En promedio, el proceso de dejar la carne roja bajo un método paulatino podría tomar cerca de tres meses, según Katya Rodríguez.
Además, la nutrióloga recalca que hay que considerar que ningún alimento sustituye a otro, pero lo importante es mantener una alimentación balanceada.
En el caso de quienes deciden excluir de su dieta únicamente la carne roja, la experta recomienda seguir consumiendo carnes como pescado o pollo. Para quienes desean llevar una alimentación vegana, es recomendable que consuman proteína en polvo que está suplementada para cumplir con lo que no se consume de origen animal, aunque esto no es necesario en todas las personas veganas, sino solo en aquellas que presentan deficiencias.
“Las leguminosas como frijoles, habas y lentejas nos dan proteínas, pero es una proteína de origen vegetal, entonces tenemos que sustituir con proteínas en polvo, que también son veganas”, explica la nutrióloga.
Asimismo, dice Katya Rodríguez, hay que monitorear constantemente con estudios los niveles en el cuerpo para garantizar que hay buena salud.
¿Dónde obtener un plan nutricional para dejar la carne?
La nutrióloga Katya Rodríguez puede ser contactada por medio de sus redes sociales. Otros opciones son clinico.mx, o la clínica nutricional Vida Health.